Una diferencia obvia entre los blogs y los libros: el papel de los lectores. En otros tiempos, la escritura suponía que alguien desconocido te leyera y no respondiera. “El silencio del lector era una de las prerrogativas esenciales de quien escribía”, ha afirmado Stephen Wolff, experto en la cátedra de Literatura y Medios de la Universidad de Yale. “Hablaban los críticos, hacían ruidos los reseñistas, cuchicheaban los otros escritores, pero la imagen del lector común era la de un tipo que pagaba por tu libro y leía en completo silencio”.
Con una bitácora pública el panorama ha dado un giro inesperado. Los blogs que no generan dinero sólo se alimentan de los mensajes de los seguidores. El comentario lleva a un autor de un post al siguiente. Son su aliciente natural. La imagen de un blog sin comentarios es como la casa donde llegan todos tus conocidos y entran a la cocina sin dar los buenos días.
Debido a eso, en el ciberspacio abundan los blogueros frustrados porque nadie opina en sus entradas y que en consecuencia han recurrido a todo tipo de estrategias que, dicho sea de paso, nunca han sido del todo eficientes. La más socorrida es la amenaza (“A quien no comente le caerá la maldición de Hunab Kú”), la responsabilidad animal (“Si no comentas morirá un gatito”) o la maledicencia (“Comenta ahora o ve a chingar a tu madre”).
Pero ni los ruegos ni las intimidaciones dan lectores. Así lo ha comprobado Aleko, quien ha mantenido en dos años al menos diez bitácoras. El autor del sitio Hazme el cabrón favor expone su caso en el sitio Drama Blogger:
“He intentado todos los temas: los videojuegos, las películas de zombies, la postura de Izquierda, Los Simpson, el hentai, la reseña de discos, el comentario de series, los chistes, el diario personal, mis poemas, el YouTube, las encuestas, el futbol, los besos lesbianos, Cerati, la moda dark, los cómics de superhéroes, el cosplay, el gore, los libros japoneses, las caricaturas de nostalgia y los videos porno. ¡Y nada ha funcionado! ¿Será que hay gente, como yo, que estamos impedidos naturalmente para recibir comentarios?”
Como una forma de evitar estas muestras de llanto y pena ajena, el equipo de Blog Help Dot Org ha creado el programa Comments Generator, capaz emitir opiniones en todas tus entradas a través de identidades que tú mismo eliges.
El CG, como se le conoce, es una base de elogios, discrepancias y sugerencias que van apareciendo en tus espacios de comentarios.“Es como un juego de rol”, explica Roy Davenport, responsable del sitio que ofrece este servicio, “el usuario crea un comentador con las características que prefiera. Hay nueve categorías: Pícara Ninfómana, Fornido Guerrero, Célebre Escritor, Mago Geek, Obediente Discípulo, Experto Que Elogia, Experto Que Disiente, Gracioso Mienta Madres y Gran Cazador. Cada opinador tendrá un rostro y una personalidad que generará un tipo especial de comentario”.
Ante el furor que CG ha levantado entre los cibernautas, el abogado Michael Hutz ha expuesto algunos bemoles: “El programa está fomentando una suplantación, o más bien, una multiplicación de la personalidad. Megan Fox aparece al día en más sitios de los que podría visitar en un mes. Los blogs se están llenando de comentarios de gente que en verdad existe y que nunca ha dicho lo que ahí aparece”.
Davenport lo justifica de esta manera: “De todos modos, la mayoría de los usuarios son unos pobres diablos que a poca gente le importan. Si de repente, aparecen un día comentados por el Papa, sabemos de inmediato que se trata una broma”.
Y aunque la red ya había alimentado el ansia humana de ser otra persona (u otro ser), el GC ha potenciado no el desarrollo de una personalidad alterna sino la de un público ilusorio. De nuevo Stephen Wolff: “Antes, los blogueros se escudaban bajo el nombre de Anónimo para comentar sus propios escritos. El CG ha simplificado el trabajo y les ha dado un nuevo estímulo. Algunos experimentan –y esto es un hecho comprobado- por vez primera la emoción de abrir sus correos y descubrir diez o doce mensajes nuevos”.
Con información de Digital Press, AP y El País.
¿QUIÉN TE COMENTA?
Quise intentar este servicio. Creé una cuenta, diseñé algunos lectores respetables y descubrí la manera en que pueden opinar sobre tus posts (da click sobre la imagen para ampliar):
tus amigos:
los escritores famosos:
las conductoras de televisión: