martes, 31 de mayo de 2011

Nueva sucursal del Dr. Haces Caso


Me imagino que si usted es un amante de las revistas basuras como un servidor, habrá notado que en las páginas finales del TvyNovelas, Revista Nueva, etcétera, aparece éste escalofriante anuncio.





¿En verdad algún ser humano tendrá los dientes de zombi, Leprechaun u otra bestia del inframundo? Desde luego que sí, muchos radican en Campeche, cuna de los monstruos más espeluznantes. Y el Dr. Haces Caso (hágale caso) lo sabe. Por eso ha abierto una sucursal en la ciudad amurallada.





¿Acaso la visita relámpago de Katy Perry y Russell Brand habrá sido para curarse alguna muela picada?

Un misterio. Aunque si me permiten un humilde comentario, vinieron gracias a ESTO.

sábado, 28 de mayo de 2011

La bolsa de la sabiduría


Favor de mirar el video de principio a fin (advertencia: es tedioso) para que luego puedan entender mis sabias palabras.





http://youtu.be/WndhMtLgCRk


Miren la bolsa rosa de Liverpool. ¿Qué hace una bolsa rosa de Liverpool en mi baño? Un misterio. Hace años que no pongo un pie en Liverpool ni en ninguna otra tienda departamental de ropa. No creo en el consumismo (ojo, tampoco en el comunismo o en socialismo). La ropa que ahora llevo puesta y la que guardo en mi closet, han sido obra y gracia de almas caritativas como mamá, mi chica y algunos amigos.

Pero volvamos a la bolsa rosa (y de ahora en adelante omitiré la palabra Liverpool para que no se piense que esta tienda departamental opresora de empleados está patrocinando este mensaje motivacional, que sin duda, les cambiara la vida). Observen la bolsa rosa. Llegó por causas misteriosas que no puedo descifrar a mi baño (aunque sospecho de mamá). La pierna blanca y lampiña que ven en la parte inferior izquierda de la pantalla no es más que mi pierna blanca y lampiña. Eso sí que está claro. La explicación: estoy filmando una bolsa rosa mientras cago. Por que solo cagando se me vienen las mejores ideas a la cabeza. No recuerdo el nombre del filósofo pero fue un filósofo muy listo el que dijo que cagar te abre la mente.

Ahora piensen que la bolsa rosa son ustedes. Al igual que ella, llegaron a este mundo sin pedirlo, por obra y gracia del destino, o de sus mamás, o de Dios, si lo quieren ver por el lado espiritual o místico. Ustedes no pidieron estar aquí. Lo único que saben es que están aquí, en el mundo, atrapados. Ustedes son esa bolsa rosa que revolotea, que palpita, que respira. Sin embargo, están estancados. Todo el tiempo viven a ras de piso. Piensen: si son ligeras y capaces de moverse como la bolsa rosa, ¿por qué mejor no se levantan y vuelan como la bolsa blanca de American Beauty?

Acéptenlo. Todos ustedes son una bolsa rosa tímida. Siempre abajo, nunca arriba. Sus penas y preocupaciones inútiles los mantienen anclados en el suelo. Si se dieran un segundo para pensar, para meditar, descubrirían que la bolsa rosa se mueve, respira, palpita e intenta desesperadamente emprender el vuelo. Sé que no son tontos, y por eso no les mentiré. No soy David Copperfield, tampoco David Blaine, ni mucho menos ese otro mago-emo-roquero que está de moda en la televisión. La explicación del por qué la bolsa rosa se mueva es gracias a que tengo prendido el abanico de techo. En la velocidad más potente. Por eso la bolsa rosa se mueve. Pero atención, recuerden que vivimos en un mundo de analogías. Así que no olviden que ustedes son la bolsa rosa y el abanico de techo son las fuerzas del Universo, que si así lo desean (de corazón, de todo corazón), como ya lo dijo el maestro Coelho, conspirarán para que logren alcanzar todas sus metas, cada uno de sus sueños.

¿Lo vieron? Retrocedan el video al momento exacto: segundo 30. La bolsa rosa emprendió el vuelo, apenas perceptible, pero lo dio. ¿Vieron que sí es posible? En este video está resumida su existencia. La de todos ustedes, que son una bolsa rosa. El video dura 3 minutos y medio. Trasládenlo a su vida. Cada uno de ustedes convierta 210 segundos a los años que llevan respirando, palpitando y moviéndose en la vida. No hago la conversión por ustedes porque nunca fui bueno en matemáticas, además, ignoro cuántos años tienen. Piénsenlo. Analícenlo. Digiéranlo. Y aprovechen las ráfagas de viento que tienen a su favor.

¿Que qué son las ráfagas de viento a su favor? Pues ni más ni menos que las oportunidades que se les presentan a diario. Aprendan a verlas. Móntense en ellas y vuelen.

¿Contaron cuántas veces voló por los aires la bolsa rosa? Una sola. Una. Así es la vida. Todos tenemos nuestros 5 minutos de fama (una fracción de segundo en tiempo bolsa). Aprovéchenlos. Cuando estén en el aire, disfrútenlo al máximo, porque más temprano que tarde estarán de vuelta a ras de piso. O peor. Pueden convertirse (si no es que ya lo son) en la bolsa de Soriana (minuto 2:23). Atrapada dentro de un bote de la basura. Intentando escapar. Arañando el aire. Pidiendo a gritos silenciosos que no te llenen la vida con papeles embarrados de miarda.

P.D. Lo sé, amigos, sé que debería dedicarme a escribir libros motivacionales para triunfar en el mundo material y editorial (y así llegar a las grandes masas), pero con el corazón en el pecho, les digo que prefiero el camino difícil, pedregoso, sinuoso, es decir, el de la literatura. Así de humildes somos los grandes maestros iluminados.



¡Sean seres humanos libres! ¡Sean felices! ¡Sean bolsas libres!





http://youtu.be/Y1V7mzahMl0



Contrataciones para conferencias y/o compra de “La bolsa de la sabiduría” a rodrosolis@hotmail.com

jueves, 26 de mayo de 2011

El precio de ser escritor 4 (el Dios del Trueno)




El hombre de moda es Thor y mi chica quiere verlo. Todas sus amigas (y amigos) le han dicho que tiene que ver con sus propios ojos (y si es posible con la ayuda de los lentes 3D) al rubio fortachón. Pese a las creencias bien fundamentadas pero erróneas en relación a mi bisexualidad de mi amigo Juanito, el caricaturista profético, yo no tengo ánimo de ver a una masa de músculos que lucha por la justicia y el honor en el Universo.

-Anda, vamos, yo invito –insiste mi chica, conocedora de mi hombría y de mi pobreza-. Quiero que los pezones de Thor me saquen los ojos.

Llegamos a plaza Alta Brisa. Los boletos están agotados.

-Vamos a la Gran Plaza –mi chica pone ojitos de cachorro.

Hay suerte (entre comillas). La muchacha de la taquilla nos dice que hay boletos disponibles pero solo para la última función, de las 10:30 p.m. Paseamos por la plaza para hacer tiempo. O mejor dicho, me la paso escondido tras las puertas de todas las tiendas para que ningún ex compañero del colegio me reconozca y me saque plática y tenga que verme en la bochornosa necesidad de decirle que vivo en casa de mamá a mis imberbes 31 años.

-Uy –mi chica se muerde el labio inferior de la boca al mirar los boletos que compró hace dos horas-, la peli está en español.

-Pues ahora mismo vamos a la taquilla a que nos devuelvan tu dinero –digo muy seguro de mí mismo.

-No, por fa –me suplica mi chica-, en verdad quiero verla.

-Pero está español, seguro Eugenio Derbez hizo el doblaje –me quejo con amargura.

Mi chica me abraza, me acaricia, me hace mimos y me dice que haga un esfuerzo. Le explico que por ella hago lo que sea, pero no se trata de un esfuerzo, sino de dignidad, que si colaboramos comprando boletos para películas dobladas al español, los imbéciles empresarios de los cines van a pensar erróneamente que todos los mexicanos somos unos analfabetos, y en cosa de nada, al igual que pasa en Campeche, todas las películas vendrán traducidas.

-Cállate y entra a la sala –me empuja mi chica.






Thor no es la gran cosa. No sé por qué tanto alboroto. He visto a hombres más fuertes en la lucha libre de los gringos. Además, no creo que valga la pena pagar un boleto de 50 pesos para verle los chuchos al Dios del Trueno por 5 segundos.

-¿Eso es todo? –se indigna mi chica-. ¡Gran cosa!

-Baja la voz, no estás en tu casa –me escondo tras mi butaca.

-Pues para que lo sepas, yo he estado con hombres más fuertes.

-Deja de avergonzarme –saco la cabeza como una tortuga fuera de su caparazón-. Y te prohíbo terminantemente que en mi presencia hables de tus conquistas pasadas, al menos de los que estén más fuertes que yo.

-Bah, faltaba más –explota mi chica mirando de reojo mi panza; medio cine para oreja-. Lo que es una verdadera vergüenza es que tú hayas andado con mujeres más gordas que yo, y todavía tenga la desvergüenza de publicarlo en tu blog.


martes, 24 de mayo de 2011

Cuando el FONCA nos alcanza: día cuatro





LEER crónica del último día.

viernes, 20 de mayo de 2011

Las bondades del alcohol


Siendo la vieja chismosa de corazón que soy, me sorprende no haberme enterado de la existencia del mejor video de “famosos” burlándose de otros “famosos” que existe en la red. ¡Bendito alcohol que nos haces cometer las peores indiscreciones! ¡Bendito alcohol que nos libera de tapujos, de las máscaras de la hipocresía! ¡Bendito alcohol que nos haces libres! Hoy es viernes y propongo que bebamos como cosacos e insultemos a nuestros enemigos.





http://youtu.be/S2tbRm2o04o


De ahora en adelante me declaro fan de Itati Cantoral. No importa que sea la peor actriz del Universo. Por cierto, miren qué buena página.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Cuando el FONCA nos alcanza: día tres





Sin más preámbulos, les dejo el tercer día.


LEER crónica.

martes, 17 de mayo de 2011

El Nacimiento Anal de Beto

Faltan dos minutos para que termine el Día Internacional Contra la Homofobia, o el Día de la Diversidad Sexual, o como quiera que le hayan puesto al día en que en que presumimos lo civilizados que somos al concederle el beneficio de la existencia a los miembros de una minoría que, pese a todos sus esfuerzos, hoy por hoy sigue siendo la más ampliamente repudiada (¡qué orgullo!) por muchas personas de las que hoy podemos sentirnos superiores.


En honor a los putos malvados del pasado, a quienes nunca les cruzó por la cabeza la idea de casarse y adoptar un niño de cada raza (a menos que fuera para iniciar una red de prostitución infantil), les comparto la horripilante escena titular del videocassette "The Anal Birth of Bert":

Está un señor chupándole su pollo a otro señor en un calabozo..

...cuando de repente cae al suelo, víctima de intensos dolores abdominales.

Los otros señores del calabozo lo ayudan a llegar a un columpio...

...donde inmediatamente es atendido por un pelafustán vestido de médico.

¡Es el milagro de la vida, justo ahí, en el culo del señor! ¿Cómo no le iba a doler todo, si tenía tremendo muñeco incrustado en lo más profundo de su ser?

¡El calabozo está de fiesta! ¡Ha nacido un pervertido!

El señor gime como una bestia malherida mientras abraza con ternura al fruto de sus entrañas.

El doctor limpia con cuidado al recién nacido. Es Beto, de "Plaza Sésamo".

El papá de la criatura, un chantul desdentado, lo mira con orgullo y le pone su primera ropita de cuero.

¿Fin?


No, ojalá fuera el fin. Luego de este encanto sigue la peor escena del video, de la que no me voy a poner a tomar capturas de pantalla porque no me quiero vomitar, pero se las voy a describir de todos modos porque soy muy malvado (no lo leas si no quieres asquearte):


Sale un anciano vestido de mujer, un gordo vestido de mujer, y otro gordo barbón vestido de motociclista. Llega un ente sin rostro, se pone en cuatro patas delante de los demás. El motociclista le mete el antebrazo en el fundillo sin el menor miramiento. El gordo vestido de mujer le mete el brazo entero (casi hasta el hombro) en el fundillo sin el menor miramiento. Hay caca (o algo que parece caca). El ano del hombre sin rostro cuelga como un calcetín viejo. Lo mete y lo saca a voluntad. Cuando lo saca, parece que está gritando. El motociclista le mete unos consoladores enormes que entran como si nada, y unos pepinos que luego le dan de comer al anciano (o más bien, con los que luego atragantan al anciano). El motociclista le mete una botella de Hershey's líquido. El anciano sumerge la cara en el batidero. El gordo vestido de mujer sodomiza al anciano. Quito la película y me pregunto por qué estaba viéndola. Supongo que por lo mismo que tú estás leyendo esto (a menos que estés leyendo porque pensabas que iba a retomar el tema del Día Contra la Homofobia en algún momento, lo cual, como verás, no pasó.).

lunes, 16 de mayo de 2011

El precio de ser escritor 3 (finalmente la moda está de mi lado)


Mi chica quiere comprarle un regalo a mi sobrino.

-No tienes que regalarle nada –digo.

Mi chica odia que sea un hombre tacaño, poco detallista. Frunce el ceño y dice:

-Llevo meses esperando su cumpleaños, quiero regalarle un Buzz Lightyear.

-Ya tiene como veinte Buzz Lightyear.

-¿Me vas a llevar a la plaza, sí o no?

Su pregunta no es una pregunta, es una amenaza.

Entramos a la juguetería. Me alegra que mi chica no quiera tener hijos. Todos los juguetes además de ser una porquería, están carísimos.

-Yo le voy a comprar esta pelota –digo, blandiendo el juguete más barato que encontré luego de una exhaustiva búsqueda.

-¿Una pelota de plástico?

-Sí, una pelota plástico –me desmarco astutamente de compartir los gastos de un Buzz Lightyear karateka.







Salimos de la tienda de juguetes. Mi chica se desquita de mi tacañería diciéndome que demos una vuelta por la plaza. Odio dar vueltas por las plazas. Corro el riesgo de toparme con algún ex compañero de la escuela y tener que saludarlo, ponerlo al corriente de mi insípida y patética vida. Miro la hora en mi celular.

-Anda, será rápido –insiste mi chica.

Dicho y hecho: veo a un ex compañero de la universidad. Dos niños tiran de sus bazos. Mi amigo tiene la mirada muerta, perdida, extraviada. Igual la gorda de su mujer. Mi ex compañero no es ni la sombra de lo que fue en la licenciatura. Pareciera que una bola de manteca lo devoró y sus facciones quedaron impresas en ella. Abrazo a mi chica, le zampo un beso de lengua.

-¿Qué haces? –se despega de mí.

-¿Está prohibido besarte?

-Nunca me besas en la boca, menos en público.

-Me dieron ganas –digo.

Con el rabillo del ojo veo a mi ex compañero y a su elefantiásica mujer perderse por los pasillos.

-Bueno, ya que estás tan romántico –dice mi chica-, acompáñame a Zara, solo será un segundito.

Sé que ni soñando será un segundito. Miro mi celular y han pasado 20 minutos. Mi chica entra al guardarropa cargando media docena de vestidos.

-Quédate aquí afuera para que veas cómo me quedan.

Lejos estoy de ser Richard Gere en Mujer bonita. Soy un hombre de mediana edad con un conato de panza que agradecería que le salieran canas en vez de estar perdiendo todo el pelo. En cambio, mi chica sí que es Julia Roberts. Pero no la Julia Roberts de Mujer bonita, sino la Julia Roberts de Erin Brockovich. El otro día pasaron la película en TNT y poco me importó que estuviera traducida y que ya la hubiera visto una decena de veces. No pude dejar de verla. Julia sale con unas tetas enormes, minifaldas y una melena de leona.

-¿No se parece a mí esa vieja? –preguntó mi chica y esa noche hice realidad una de mil fantasía eróticas que tengo con famosos de Hollywood.




Con las piernas entumidas, pienso en lo afortunado que soy de tener por novia a Erin Brockovich. Podría esperar dos horas más de pie. O tal vez no. La zona de probadores de Zara es un cuarto rectangular largo, a los costados están unos cuartitos donde las mujeres se cambian de ropa y luego tienen que salir a mirarse a un espejo enorme empotrado al fondo del pasillo. Dos novios torturados como yo esperan pacientes a que sus chicas salgan de los probadores y se miren en el espejo comunitario para luego darse la vuelta y preguntarles: ¿cómo me queda?

¿Realmente a una mujer le importa la opinión de su novio? Una mujer chaparrita sale disfrazada con un vestido café con unos alerones de tela que le cuelgan de los brazos. Su novio menea de arriba abajo la cabeza en signo de aprobación. Su chica es una ardilla voladora, pero, naturalmente, por instinto de supervivencia no sé lo va a decir. Luego sale la otra novia, una mujer insípida, de rostro perfectamente olvidable, enfundada en un camisón de dormir. El novio piensa lo mismo que yo, pero hay que ser un tonto redomado para decirle a tu chica que su vestido en realidad es un baby doll.

Toca el turno de mi chica. Sale del probador. Se mira en el espejo, se da la vuelta. Es Julia Roberts en Mujer bonita, pero a la inversa, es decir, antes de que Richard Gere la llevara a las tiendas de ropa de marca, antes de que la quisiera sofisticar, convertirla en una dama de alta sociedad. Para un hombre como yo, de la generación en donde tenías que imaginar tetas en mitad de la estática en los canales porno bloqueados del cable, estoy encantado que los diseñadores insistan en disfrazar de callejeras a las mujeres.

-¡Y está en oferta! –dice eufórica mi chica.

En la cola de la caja cometo el error de decir que me alegro de no ser mujer. Qué ni loco pagaría 500 pesos por un pedacito de tela.

-¿Eso quiere decir que nunca me vas a comparar vestidos?

La señorita de la caja se nos queda mirando.

-Cuando sea un escritor famoso te compro lo que quieras –miento.

Mi chica saca su tarjeta de crédito, mientras paga observo unas fotografías sobre la cabeza de la cajera: una modelo, o mejor dicho, un alambre humano viste unos jeans y una blusa blanca.






-¿De qué te ríes? –pregunta mi chica.

-Están locos los diseñadores –digo-. Ni en los campamentos nazis las mujeres judías estaban tan flacas.

-Qué exagerado eres –mi chica vuelve a fruncir el ceño-, me encantaría estar así de flaca.

Obvio que no se lo digo, pero al paso que va mi carrera literaria, su deseo va que vuela en convertirse en una realidad. De lo único que podremos alimentarnos será de amor y de aire.

viernes, 13 de mayo de 2011

Rocki Whore Picture Show (A Hardcore Parody)

¿Que qué tan mala es la parodia porno de "The Rocky Horror Picture Show"? Se los pongo de esta manera: "Rocki Whore Picture Show" es la "Decencia" del porno de 2011. Peor tantito, dudo que en algún momento los responsables de esta piltrafa hayan tenido en algun momento buenas intenciones. No voy a seguir escribiendo esta introducción porque estoy que me cago de sueño, así que se las cuento:

Comienza la película y con ella la decepción: sabemos que si no ponen un número musical al inicio, no lo van a poner más adelante. No conformes, ni siquiera se toman la molestia de parodiar la imagen icónica del culto a "Rocky Horror": nada de labios voladores que canten sobre cine de serie B. Nos piden que nos conformemos con... nada. No tenían que pensar demasiado: sale una boca sobre un fondo negro, canta alguna vacilada sobre cine X, sale un pollo, lo chupa. Todos contentos.

"Si llegaron aquí, seguramente están en busca de una historia extraña y marvillosa..." Un viejo siniestro (al que volveremos a ver cada quince minutos de la película, o sea, unas once veces más) nos da la bienvenida y comienza a relatarnos la historia de Brad y Janet...

...una pareja recién casada que se dirige a su luna de miel. No van a visitar a nadie en especial y no sabemos si se casaron intempestivamente luego de una explosiva declaración de amor en la que él describe cantando todo lo que le gusta de ella. Cualquiera puede pensar en mil formas de transformar "Dammit Janet" en un número cómico-pornográfico-musical, pero lo que nos merecimos fue...

...una escena de lo más "vanilla" en la que luego de un par de pésimos chistes del GPS de su auto ("usted está a 200 millas de ningún lugar"), Brad y Janet se quedan varados en medio de la nada, intercambian un par de frases insípidas ("estoy nerviosa por la luna de miel"), y se echan un rapidín sin el menor entusiasmo.

Luego del cojín, los tórtolos dan dos pasos y llegan a una mansión a todas luces embrujada. Antes de que sigamos, dos palabras sobre el casting: si querían hacernos creer que Janet es una mojigata reprimida, tal vez debieron darle el papel a una puta menos tatuada y con menos plástico en la cara que Jessica Drake. En cuanto a Rocco Reed como Brad... es "white bread", no está mamado e incluso tiene un conato de panza. Le faltó usar una trusa hasta el cuello, pero en general pudo ser peor. De vuelta a la historia:

En la mansión, los reciben el mayordomo y el ama de llaves, Stiff Staff y Vagina. No les permiten usar el teléfono, pero los invitan a pasar y les ofrecen quitarles la ropa mojada y darles unos disfraces para ponerse. Los conducen a otra habitación, donde conocen a...

¡Frank N. Beans! No se hacen comentarios sobre por qué está vestido como un vampiro travesti extraterrestre, no nos cuenta nada sobre quién es y por qué está ahí (cuando está a punto de ponerse a cantar, Stiff Staff le dice algo en secreto y él responde "¡Odio a los abogados!". Esa rutina tiene cierto encanto chespiritesco la primera vez que la vemos, pero las siguientes veinte veces que la repiten adquiere todas las demás cualidades que implica el adjetivo "chespiritesco").

¡Brad y Janet llegaron al set de una película porno! Frank N. Furter es el director, Stiff Staff el camarógrafo, y Vagina y Euphoria un par de putas que meten artículos diversos en todos sus orificios habidos y por haber. Quieren escapar, pero apenas terminan de filmar una aburridísima e interminable escena de lesbianas, toda la comitiva se dirige a las mazmorras de la mansión...

...donde un emocionadísimo Frank N. Furter anuncia con orgullo haber ultrajado con éxito las leyes del hombre y la naturaleza para crear...

...¡a Rocki, la estrella porno perfecta! Siempre y cuando entiendas la perfección como tener cuerpo de sobreviviente de Dachau, chuchos de piñata de periódico y engrudo, pelo de sosquil y cara de Tori Spelling luego de una embolia. ¿No pudieron encontrar una actriz más extraña que Puma Swede?

Todos se van a sus respectivas habitaciones, Brad y Janet a cuartos separados, Frank N. Furter con Rocki (creo), etc. Euphoria recibe una visita secreta, un lechón motociclista con un pollo gigantesco, así, padrísimo. Luego del coito, el gordo interpreta el único número musical de la película, del que es mejor no decir nada.

Frank N. Furter sorprende al gordo cuando está tratando de convencer a Euphoria de que deje el porno y se convierta en hetaira de un solo hombre (o sea, de que se case con él). No le hacen gracia las visitas y menos las que amenazan con quitarle a sus empleadas, así que decapita al intruso.

Entusiasmado por su crimen, el director visita a Janet y le hace ver que aunque esté casada en el fondo lo que quiere es chuparle el pito a todo mundo, así que de una vez (promete no decirle a Brad)...

Como en todas las demás escenas, hay una palpable falta de entusiasmo en todos los involucrados. En especial del público.

Brad a su vez se divierte con unas chinas cochinas que no sé de dónde salieron. Fuk Yu y Fuk Mi (que ojalá se llamaran así, en realidad son Mona y Lisa) son las maquillistas y peluqueras del set. Frank N. Furter las sorprende mientras están abusando de Brad, así que huyen despavoridas...

...dejándole el camino libre para hacer su jugada, misma que hace con absoluta delicadeza y es rechazada con sorna por el guapo. No podían manejarlo de otra forma; ¿a quién se le habrá ocurrido que era una buena idea hacer "The Rocky Horror Picture Show: La Porno Heterosexual"? Hubiera sido más fácil hacer "Powertool: La Porno Heterosexual".

Luego de las seducciones y los intentos de seducción, los inquilinos de la mansión se reunen a cenar en lo que supongo es el comedor de servicio. Por algún motivo pésimamente establecido, Frank N. Furter abandona furioso la mesa y lo siguen los demás.

Excepto Stiff Staff y Vagina, que se quedan a protagonizar otra desangelada escena de sexo.

Deambulando por los corredores de la casa, Janet se topa con Rocki. Las dos mujeres se cuentan sus penas (Rocki no quiere ser la estrella porno perfecta, pues sueña con dirigir; Janet no sabe si quiere seguir con Brad o dedicarse al porno). Como suele pasar cuando dos mujeres se ponen emotivas, una termina usando un strap-on en la otra...

Frank N. Furter y Ron Jeremy contemplan satisfechos a las dos mujerzuelas. Llega Brad y al principio se horroriza, pero ellos le explican cuánto dinero puede ganar dejándola hacer porno. En menos de lo que toma decir "mi esposa me pegó el SIDA", Brad está echándole porras a Janet para que haga más bajezas.

Se disponen a seguir con la filmación de la película, pero llega Stiff Staff y amenaza con una pistola a Frank N. Beans. Le dice una serie de sandeces de que él debería ser el director o algo por el estilo. Básicamente nos representa a cualquiera de nosotros, que a estas alturas desearíamos poder ponerle un arma en la cabeza al director de este bodrio, tomar las riendas y hacer una mejor porno que él.

Stiff Staff recibe el megáfono y se dispone a cantar, pero repiten el chiste de los abogados por enésima vez. "¡Entonces hagamos una orgía!". Pues sí, no hay mucho más qué hacer...

Le chupan su pollo a Stiff Staff.
Le chupan su pollo a Ron Jeremy.
Le chupan su pollo a Frank N. Furter.
Le chupan su pollo a Brad.
Y hacen todas las cochinadas que la gente hace en una orgía.

Aprovechando que todos están exhaustos, Brad y Janet escapan de puntillas de la mansión.

Al parecer una noche de sexo multitudinario con extraños era justo lo que les hacía falta para terminar de cimentar su matrimonio. Brad y Janet deciden rechazar la oferta de Frank N. Furter de convertirse en estrellas porno, pues solo se quieren uno al otro. Se van...

...pero para buena fortuna de Frank N. Furter, llega un par de viajeras intergalácticas que aceptan su oferta de ayudarlo a terminar la película.

Fin.