Dios es testigo (aunque no crea en Él) de que casi todos los días me levanto temprano y trato de traerles un poco de entretenimiento mientras la mayoría de ustedes (les juro que son mis héroes –no es sarcasmo, lo digo de corazón-) realizan un trabajo que no les satisface pero que sin embargo tienen que realizar por motivos múltiples que no discutiremos el día de hoy, aunque uno de esos motivos (lo siento, me pondré guapo y lo diré), por ejemplo, es que ya todos somos adultos y tenemos que hacernos responsables de nuestras vidas (excepto su servidor, claro está).
Tal vez, la mayoría de los tres o cuatro despistados que por gracia divina conservan la paciencia de seguirnos, aún no lo saben, pero tengo otro blog. Así es, lo confieso. Cuando me quiero ver muy intelectual le meto el cuerno al blog rosa con un blog llamado Pildorita de la Felicidad Lado B, y ahí es en donde hago gala de toda suerte de actos prohibidos y pornográficos, es decir, subo cuentos, historias, artículos, etcétera, que público en periódicos y revistas.
Esto viene a cuento porque hace un par de días decidí publicar una historia de mi alocada juventud que se llama Cuando aprieta el frío (leer historia aquí), y es, más o menos, una especie de respuesta a todos los yucatecos (y campechanos) que me hinchan las bolas cada que me preguntan por qué demonios decidí un día venirme a vivir a una ciudad tan aburrida como Campeche.
Para los que no hayan leído la historia, espero les guste. Y para los que ya la leyeron, aquí un souvenir, para que vean que la central de abastos no es producto de mi atolondrada imaginación.
Ninguno de los que aparece en la foto fuma mota. Sólo los que no aparecemos.
Que tengan lindo fin de semana, yo me pinto de colores con algunos de estos impresentables a revivir viejas glorias cual viejos ridículos. Ya ven, escribir une a los amigos. Ayer se me llenó la casa de borrachos pidiendo guerra.
P.D. Ignoro si fue porque leyeron el escrito o simplemente porque son unos alcohólicos.
2 comentarios:
Caramba, veo que rompí records de comentarios en este post. Gracias por comprender y perdonarme la infidelidad con otro blog.
No me decidí a contestar hasta terminar de leer el "Lado B". Heroes nosotros Rodrigo? en que momento nuestra vida quedó encerrada entre una taza de café y el minutero del reloj? cuando nos resignamos a soportar personas que en otras circunstancias jamas toleraríamos más de 5 minutos? cuando la única felicidad reflejada en nuestro rostro es la que nos da el cajero automático los dias de quincena? cuando atravezamos el momento en que nuestros sueños se podían cristalizar? en que momento estallaron en pedazos? en que momento me convertí en la persona que nunca quise ser? Betto.
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