Pildorita de la hipocresía

En Pildorita de la Felicidad siempre le damos espacio a nuestros distinguidísimos lectores. Por eso el post de hoy se lo dedicamos a nuestro querido Jorge Albertos Monforte. Fan número uno de nuestro hermanito menor, Pildorita de la Felicidad LADO B.





Pildorita de la hipocresía.

Escribiendo este texto con mis propios motivos y con la cabeza bien fría, he decidido tratar de darle una cucharada de su propio chocolate a una persona que utilizó este mismo medio que yo hoy empleo, con un lenguaje espléndido pero vacío para herir a personas las cuales no se lo merecían, por ese motivo he decidido usar mi amplio diccionario personal de palabras, que para tener 17 años es demasiado grande, para ejercer un derecho de réplica por algunas personas implicadas en “La finísima anfitriona” porque al parecer la persona con parentesco sanguíneo con “la anfitriona” y yo estamos mentalmente mucho más maduros que la persona irresponsable que se atrevió a escribir dicha nota, un adulto de mediana edad que se atreve a defecar en la calle por simple orgullo, ¿Cómo podríamos tomar en serio la palabra de un “escritor” de pacotilla que se atreve a utilizar expresiones como “perra del mal” y demás?, porque vaya que para poder hablar de ésta persona tuve que informarme perfectamente y leer todos sus “textos” ya que las personas que se eufanan de ser escritores han de saber que para escribir sobre algo hay que conocer a la perfección sobre lo que se escribe, he llegado a la conclusión que sea cual sea el parentesco del aquí mencionado con la ya mencionada “anfitriona” no tenía derecho alguno en juzgar, criticar y destrozar el orgullo y dignidad de dicha persona, tal vez le haya parecido cómico y/o elocuente el hecho de escribir dicha sarta de atribuciones ampliamente erróneas, ya que no se puede esperar más de una persona que es capaz de perjudicar a su propia familia, política o sanguínea, “la finísima anfitriona” es un texto que catalogo de lo más ofensivo y fuera de lugar, no logro entender bien como un adulto de mediana edad puede llegar a ser tan inmaduro e impulsivo para no ver el panorama completo de la imagen, y ver que entre las patas se está llevando a algunas personas que no se tienen la culpa y no tienen por qué tolerar su cobardía y su triste manipulación de los hechos a su conveniencia.

Dadas las circunstancias y a que el atributado podría llegar a decir que dichas afirmaciones son realmente verdaderas me conformo con recomendarle tomar unas clases de educación, valores, ética y de respeto hacia el prójimo. Y que dicho “hombre” ya al tener el valor para escribir el ya mencionado artículo y publicarlo en su propio blog sea capaz de aceptar sus propias acciones y no finja que es “una parte más de su novela que nunca termina”.

Y por último, creo que más de medio país, o al menos la parte responsable y civilizada de él estarían en todo su derecho de llamarles locos al querer arrastrar a dos pequeños infantes al peligroso “mundo” de los fuegos pirotécnicos y cabe aclarar que la posibilidad de que un fuego artificial y/o pirotécnico explote cerca de los ya mencionados menores es mucho más alta de lo que el principal atribuido menciona, es claro que no los puede hacer “volar en mil pedazos como a los niños de Irak” como el escritor menciona en su chiste de mal gusto al cual él considera un escrito.




Querido Jorge:

Por respeto a tus 17 añotes no pienso entrar en un debate epistolar (menos en una exhaustiva corrección ortográfica, gramatical, sintáctica, etcétera) pues a todas luces es más que obvio que tu amplísimo diccionario personal de palabras me ha propinado una terrible indigestión chocolatosa; eso sí, a primera hora de la mañana pienso ir al Instituto Patria a felicitar personalmente a tus maestros de redacción y español, no cabe duda que todos los conocimientos que no pudieron enseñarme hace 13 años los lograron transmitir con tremendo éxito contigo.

Desde hoy te nombramos paladín de la lengua española.

¡Felicidades!