Con horror esta mañana descubrí dos cosas de la chica que nos robó el sueño en el Mundial: la primera, ella jamás pisó Sudáfrica; y la segunda, mmm... cómo decirlo para que no suene ofensivo, mejor veamos las siguiente imágenes.
Se me rompió el corazón, no sé porqué pensé que Larissa Riquelme era distinta a las chicas buenotas de calendario de taller mecánico. Por un instante pensé que ella era una muchacha buena, dulce, incluso pudorosa, que eso de que se le salieran las tetas por la blusa en mitad de la celebración de un gol era un problema genético más que de putería. Pero no, oh desilusión. Mi chica paraguaya es una mujer corriente y vulgar. Buenísima, eso sí, pero como cualquier otra fichera.
¿Acaso se pude ser más vulgar y corriente? Obvio.
Aquí, redobles de tambores, por favor. Mi foto favorita. Directo a la portada del ¡Hola!
Ahora chequen nada más la finura, el recato, la elegancia del desnudo paraguayo.
Ojo al comentario de la Riquelme. Una ternura.
Y finalmente una muestra más de su ordinariez en carne y hueso, en movimiento puro. Una ordinariez que para hombres corrientes y vulgares como yo nos impide dejar de mirarla y tocarnos discretamente la entrepierna durante las siete partes en que está dividida la entrevista.
Pero no hay que ser tan malos. Larissa también tiene su lado elegante. Si no me creen, vean esto:
2 comentarios:
ya ni las putas son lo que antes... hehe
la verdad para mi fue una desilucion tambien, ademas opino qe sin tanto maquillaje (como salia en el mundial) se veia mas bonita. la entrevista me desiluciono aun mas. es impresionante como puede decir 50 mamadas por segundo. me encanto como dile dijo bayly puta y el nombre de la mama no tiene precio. querida larissa tu dices "que tienes lo que las otras quieren" lamento informarte que yo tengo lo que las otras y tu quieren ja!
Publicar un comentario