jueves, 6 de marzo de 2014

Tres simples ejemplos del por qué es importante contratar a un director de arte


1


-Necesitamos un logotipo para nuestra empresa –dice el cliente.

-¿Algún color o distintivo que le gustaría que lleve el logo? –pregunta el diseñador gráfico.

-Pues… mmm… somos un centro médico especializado en lesiones deportivas, nos gustaría ver la fusión de un deportista con un electrocardiograma. 

-Ok –asiente el diseñador tomando nota mental.

Si la empresa se hubiese especializado en atender flatulencias deportivas alienígenas, el logo hubiese sido perfecto.


2


-Necesitamos un flyer para promover nuestra escuela –dice el cliente.

-¿Alguna fotografía en particular que le gustaría que apareciera en el flyer? –pregunta el diseñador gráfico.

-Pues… mmm… somos un centro tecnológico de especialidades automotrices, nos gustaría ver la foto de un mecánico.

-Ok –asiente el diseñador tomando nota mental.

Ignorando el peor trabajo en la historia del Photoshop para hacer creer que un logo está bordado a la ropa del modelo, si la escuela hubiese estado en Dinamarca u otro país escandinavo, el flyer tal vez hubiese cumplido con su cometido, lástima que el mercado al que va dirigido es uno donde el 99.9% de las personas son de color café.


3


-¡Pero qué hermosas fotografías, sin duda este número será el mejor que hayamos hecho! –exclama endiosada la coordinadora de una revista especializada en estilo y vida social.


-¡Estoy tan feliz con el trabajo de la fotógrafa que voy a darle crédito en la portada! –continúa invadida de felicidad la coordinadora de la revista.


Siento mucho arruinar la alegría de las personas.

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