jueves, 19 de junio de 2014

Día 8



El trabajo además de consumir mi vida, me impide ver al que a todas luces será el caballo negro del Mundial. Colombia es el único país que caminando bailando ya obtuvo 6 puntos.


  
Uruguay recobró la memoria. Sus jugadores recordaron los cuentos de cuna que les contaron sus abuelos: a Brasil sólo se viaja para regresar con la copa a casa.

Está probado que los individuos que viven en el microscópico país de Sudamérica nacieron para protagonizar batallas épicas cada 4 años. Luis Suárez se robó todos los reflectores, y con justa razón, sin embargo, jamás hubiera marcado el segundo gol si no fuera por la locura de Álvaro Pereira, quien cayó noqueado al recibir una patada en la cabeza para espanto de todos sus compañeros, y luego desobedecer la orden del doctor que desesperado indicó a la banca que sustituyeran al jugador que con los ojos en blanco y caminando como un borracho ingresó de nuevo al campo para dejar en claro que su vida vale tres puntos, tres puntos que serán recordados por sus hijos, nietos, tataranietos y hasta el final de los tiempos.   



Si alguna vez México pretende ganar un Mundial, por favor, contraten a este señor. Por enésima vez comprobamos de qué tamaño los tienen los uruguayos.



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