Preven 48

Hay que reconocer que los productores de televisión ahora se esfuerzan en retratar la realidad con mayor amplitud. Antes, quienes salían en la televisión eran estudiados comentaristas o gente que había nacido para ser famosa; ahora no, la gente común ha tomado por asalto las pantallas y se ha adueñado de ellas, al grado de borrar la frontera entre el espectador y el conductor.
A golpes de realidad, la televisión local ha ido diversificando sus contenidos hasta formar un espectro variado de diversión y propuestas. El último ejemplo ha sido “Preven 48”, un reality que –según los productores- forma parte de Temporada de Huracanes Telesur 2008.
La idea esencial de “Preven 48” es armar tu estrategia preventiva en 48 horas. Cuatro equipos, tres jueces, siete refugios posibles, 10 mil pesos asignados a cada grupo y un gran viaje a Jamaica y a las Antillas Holandesas durante el próximo ciclón como primer premio son los atractivos de este programa. Conducido por las encantadoras meteorólogas Ivette y Rochelle y por Alberto, el fornido rescatista de la Cruz Roja, “Preven 48” ha demostrado estar a la vanguardia de la televisión no solamente local sino incluso internacional.
El azar y sólo él determinó que todos los participantes fueran jóvenes adinerados, que habían tenido alguna experiencia con el clima tapando goteras del cuarto de huéspedes durante una lluvia intensa. Los grupos tenían que armar su refugio, comprar los víveres, surtirse de gasolina y atender todas las medidas de Protección Civil a contrarreloj, a fin de que el huracán no los agarrara desprevenidos.
Una vez terminada la contingencia, los tres jueces determinarían al ganador de acuerdo a dos grandes parámetros: seguridad y originalidad. El primero sería determinado según los daños sufridos por cada grupo y siempre se daba en números negativos (los daños se referían lo mismo a cosas materiales como a salud; una gripe te quitaba 2 puntos y el dengue casi 4). La originalidad se calificaba según la manera en que el grupo se las ingeniaba para entretenerse durante todo el ciclón. Sumadas estas dos calificaciones, el equipo que tuviera el más alto puntaje se llevaría los premios y sus integrantes tenían la oportunidad de ser conocidos como “el tipo de personas con las que me gustaría pasar mis próximos huracanes”.

La botarga del programa

¿Qué ha sucedido hasta hoy? Veamos: el equipo comandado por Alix, por ejemplo, había pensado en organizar un refugio retro: con imágenes de los huracanes Janet, Gilberto, Opal y Roxana; vestimentas de aquella época y de ser posible con invitados que recordaran esos ciclones. “La idea me vino después de ver la ropa que mamá iba a donar al bazar. Le dije: ‘¡No! ¿Vas a tirar esto? Hello, ma. Esto está padrísimo para un reventón de tiempos antiguos. Es lo que sigue después de nuestra fiesta griega y con lo del huracán podríamos armar algo bien retro. De seguro todavía tienes latería del Isidoro’. Y así fue como, wow, se me vino la idea a la cabeza”.
Por su parte, el conjunto liderado por Alejandro estaban desarrollando una ingeniosa manera de organizar torneos de “Silent Hill” para Play Station. “La Vaca y el Lobo son campeones, pero Rudy y yo no les tememos. El torneo se va a poner de pelos, sobre todo por el ruido de fondo que vamos a tener. ¿Lo imaginan? Ese aire allá afuera va a sonar como si estuviéramos de verdad en Silent Hill”. Para resolver el problema de la electricidad, el grupo de Alejandro había querido rentar, en primera instancia, una planta de luz, pero como el gasto salía de su presupuesto y no estaban dispuestos a desembolsar nada extra, prefirieron adaptar algunas baterías de sus carros para lograr el objetivo.

Por su parte, Ana Lorena había propuesto una contingencia musical, para pasar el tiempo. “Porque, ya sabes”, había dicho frente a la cámara, “lo peor del huracán es no hacer nada, te aburres porque no hay luz y luego eso de estar sólo escuchando la radio o a tu mamá, pues como que no, ¿verdad?” Para combatir el fastidio, Ana Lorena había propuesto una gran fiesta karaoke; con guitarra acústica en caso de un corte en la electricidad.
Antonio, uno de los favoritos, pues en la clausura del programa “Cyclone Nigths” había ingresado al recinto en un minibarco camaronero, ni siquiera se preocupaba por la llegada del huracán. Recostado en su cama después de una larga juerga, sus compañeros de equipo tuvieron que irlo a despertar para adentrarse en las compras de pánico. El recorrido que hiciera la cámara por el cuarto de “Tono” (como le decían sus amigos) hacía pensar que el hígado de aquel joven era el que en realidad necesitaba un plan de contingencia.
El grupo de Tono salió a toda prisa a comprar la despensa. El primer lugar que visitaron fue el expendio de cervezas.
“Me da 4 mil pesos en caguamas, 3 mil en medias y 2 mil en cuartas, y el resto en cigarros”, pidió Antonio. “Nunca se sabe en qué momento padeceremos escasez, ¿verdad, don Artemio?”
“Amigo”, le dijo el dueño del lugar, con la serenidad de un superintendente de la CFE, “tenga por seguro que el abasto de alcohol está garantizado, para este y cualquier otro huracán”.
“¡Eso es!”, gritaron todos a coro mientras enseñaban sus latas recién adquiridas en el expendio. El gesto hacía preguntarse al espectador por qué los borrachos siempre muestran sus cervezas cada que una cámara los enfoca.
Así pues, con estos equipos llenos de talento, se desenvuelve “Preven 48”, la nueva sensación televisiva y récord en ratings. Esperemos seguir informando sobre las actividades de estos muchachos ante la contingencia de un nuevo ciclón; que a fin de al cabo, es lo que nos interesa a los espectadores.

Uno de los patrocinadores.