viernes, 26 de febrero de 2010

Un exilio obligatorio


Algunos amigos extrañan mi presencia hace dos meses en las oficinas centrales de Pildorita de la Felicidad en Campeche. Unos piensan que mi exilio se debe a la amenaza de muerte que he recibido de cierto personaje siniestro, feo y arrugado (y que dicho sea de paso pertenece a mi familia política), otros intuyen que fue para poder terminar mi interminable novela (donde aparece cierto señor siniestro, arrugado y más feo que cagar parado de manos); sin embargo, el verdadero motivo es el que a continuación nuestro querido Wil les presentará:




http://youtube.com/watch?v=On2rIDf-E3o



2 comentarios:

Anónimo dijo...

osea me hubieras puesto como motivo aun ke sea ficticio
me caes mal
fiera

wilberth herrera dijo...

cagar parado de manos está cabrón, no piensa que los pajaros cagan doble.
Coño, pinche rodro, qué pedo? y las retas? cuando regreses, (si es que regresas), verás cómo jugaba la naranja mecánica expresada exquisitamente por un servidor, con su toque genial.

Yo siempre he creido que el motivo es por fiera. Ya sabes lo que dice el dicho jalan carretas las mulas de a cien con sus tetas... por ahí va. Saludos