sábado, 20 de noviembre de 2010

El rey


Existen personas en el mundo (incontables en México) que nacieron benditas, con el don de la pena ajena. Una de ellas, es Cristian Castro.

Sus vergüenzas públicas son incontables, así que para no hacer interminable este post, recordaremos las primeras 3 que se nos vengan a la cabeza.

1. Aquí con un trapeador platinado en la cabeza deslumbrando con su cuerpazo de perro a unos fortachones.





2. Aquí poniendo muy en alto la virilidad y hombría del charro mexicano.





3. Aquí demostrando lo mucho que sabe de la historia de México.


Y finalmente, dando cátedra de amistad.


La entrevista debió quedar en eso, en un Cristian Castro disfrazado de muñeco de ventrílocuo hablando pésimamente con acento argentino (hay que disculparlo, el hombre es políglota), sin embargo, la esposa de Gustavo Cerati, al parecer mujer muy ocupada en la salud de su esposo, al ver las declaraciones del divo mexicano, rauda y veloz, salió ante los medios de comunicación y disparó lo siguiente:

“Quiero aclarar que el señor Cristian Castro jamás entró a visitarlo a Gustavo, no es amigo de la familia, no lo conocemos”.


Grande Cristian, sin duda, el rey de la pena ajena en México.

1 comentario:

justiciero dijo...

me recuerda a bicho caray, pero tranquilo lo de castro es solo su apellido recuerda que siempre habrá esperanza para ti no te desesperes