miércoles, 2 de marzo de 2011

Mad Men Mérida




La serie de televisión Mad Men, probablemente sea la mejor serie que exista en la actualidad; si no la han visto (lo digo por ti, Fiera Rodríguez, y tus tontos prejuicios de no poder ver en pantalla a mujeres gordas que usan brassieres con picos) siento una profunda pena y compasión por ustedes.

AQUÍ y AQUÍ pueden leer maravillosos y muy ilustrativos artículos que hablan de la serie norteamericana ambientada a principios de los años sesenta.

Cuando un habitante del Tercer Mundo como nosotros ve Mad Men, lo primero que se nos viene a la cabeza es: ¿y cómo eran las cosas aquí cuando nuestros abuelos eran jóvenes y nuestros papás niños?




La imagen de arriba es ni más ni menos que la licencia de conducir del abuelo de mi chica, alias, “El Loco Álvarez”, personajazo de la cultura yucateca del cual les hablaré afondo en mi novela Fiera Rodríguez. Hasta ahí, todo normal, una credencial amarillenta plastilizada, lo que se espera de la época; sin embargo, chequen el reverso, una imagen que solo pudo salir de la cabeza de un creativo de principio de los años sesenta.




La foto aparece borrosa pero dice: “Si maneja, no tome”. Nada como una calavera al volante para ponerte sobre aviso de los problemas que conlleva conducir pedo.

A finales de los sesenta, el periódico, tal como ocurre en estos días, tenía que ingeniárselas para llenar sus páginas con lo que tuvieran a la mano; sin embargo, la sutil diferencia entre el pasado y el presente estriba en que antiguamente los editorialistas no llenaban las páginas de sus periódicos con fotografías de mujeres semidesnudas y/o hombres despanzurrados en algún accidente de tráfico y/o gente masacrada por el narcotráfico.




La muchachita más alta es mi mamá. Que por cierto, le heredó una cantidad grosera de genes a Bicho (quien a su vez, podría perfectamente ser una chica Mad Men):





2 comentarios:

Anónimo dijo...

no me digas que tu madre tambien era bulimica...

Anónimo dijo...

Que linda es tu mamá.