Invariablemente, cuando llega el verano me siento estafado.
Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, o sea, Indiana Jones 4, para los que gustamos simplificar la vida, fue, cómo decirlo, ah, sí, una indignidad. ¿La vieron? Para los que sí la vieron, concordarán conmigo (a menos que sean aficionados a Jaime Maussan), que Indiana Jones 4 Apestó con A mayúscula.
Nadie pone en tela de juicio la capacidad de Steven Spielberg, porque Spielberg es un director que si lo deseara podría de aquí hasta que la muerte lo pille, hacer y producir las peores películas del Universo y aún así no perdería su lugar con letras de oro dentro de la historia del cine.
Lo que pasa aquí es que Indiana Jones 4 es como esas famosas bandas de rock de nuestra infancia que fueron grandes y así se debieron quedar en nuestras empolvadas memorias. Pero no, como vivimos en una época donde la nostalgia nos invade, queremos resucitar viejas glorias que nos hicieron felices, muy a pesar de que los tiempos tan modernos y vertiginosos que vuelan hoy día no se adapten a los tembleques cuerpecillos sobre un escenario o frente a una cámara de cine de nuestros añejos héroes que penosamente no puede seguir el ritmo de la vida como cuando eran jóvenes, guapos y fuertes.
Indiana Jones es para mí, por poner un ejemplo muy personal, como los Hombres G:
Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, o sea, Indiana Jones 4, para los que gustamos simplificar la vida, fue, cómo decirlo, ah, sí, una indignidad. ¿La vieron? Para los que sí la vieron, concordarán conmigo (a menos que sean aficionados a Jaime Maussan), que Indiana Jones 4 Apestó con A mayúscula.
Nadie pone en tela de juicio la capacidad de Steven Spielberg, porque Spielberg es un director que si lo deseara podría de aquí hasta que la muerte lo pille, hacer y producir las peores películas del Universo y aún así no perdería su lugar con letras de oro dentro de la historia del cine.
Lo que pasa aquí es que Indiana Jones 4 es como esas famosas bandas de rock de nuestra infancia que fueron grandes y así se debieron quedar en nuestras empolvadas memorias. Pero no, como vivimos en una época donde la nostalgia nos invade, queremos resucitar viejas glorias que nos hicieron felices, muy a pesar de que los tiempos tan modernos y vertiginosos que vuelan hoy día no se adapten a los tembleques cuerpecillos sobre un escenario o frente a una cámara de cine de nuestros añejos héroes que penosamente no puede seguir el ritmo de la vida como cuando eran jóvenes, guapos y fuertes.
Indiana Jones es para mí, por poner un ejemplo muy personal, como los Hombres G:
¿Escucharon? “No puedo soportar tu barbita de cuatro días, suelta el látigo y verás, dale gracias a Dios que tienes gafas, Indiana”. David Summers es de esa época en donde todavía existía la decencia y los caballeros, donde era ilegal pegarle a un hombre con gafas, no como ahora, que te acuchillan por la espalda si criticas el tinte de pelo de un metrosexual.
En fin, volviendo en materia, este video (cosecha 1986) lo puse a propósito de Indiana Jones, canción que me hacía vibrar de emoción, aunque claro, siempre me gustaron más otras de su repertorio.
Ahora veamos el nuevo video de los Hombres G:
No es que sea mala la nueva canción, es que, no sé, cuando era un niño los Hombres G eran simple y sencillamente lo máximo, y luego cuando uno crece y escucha otras canciones durante más de dos décadas, el efecto ya no es el mismo. Y eso no quiere decir que las canciones de los Hombres G no me sigan gustando, lo que pasa es que me gustan más por el hecho de que al escucharlas me remonto a una época feliz donde todo era posible porque uno era un niño.
El punto es que ahora, de adulto, esta canción salvo por pequeños arreglos suena igual que si la hubieran grabado hace 20 años, con la pequeña diferencia de que Javi está más gordo, viejo y calvo que nunca, y para colmo sale enfundado en un traje de pollo de peluche. O sea, no es justo. Pero ojo, los seguiré escuchando. Supongo que es el mismo caso de los amantes de Indiana Jones cuando fuimos al cine a ver su reaparición después de casi 20 años y descubrimos algo extraño en Harrison Ford.
El punto es que ahora, de adulto, esta canción salvo por pequeños arreglos suena igual que si la hubieran grabado hace 20 años, con la pequeña diferencia de que Javi está más gordo, viejo y calvo que nunca, y para colmo sale enfundado en un traje de pollo de peluche. O sea, no es justo. Pero ojo, los seguiré escuchando. Supongo que es el mismo caso de los amantes de Indiana Jones cuando fuimos al cine a ver su reaparición después de casi 20 años y descubrimos algo extraño en Harrison Ford.
Harrison ya no era el apuesto y viril arqueólogo de principio y finales de los ochentas, sino una versión sadomasoquista de Pompín Iglesias:
Pero tranquilos, este verano no todo está perdido, con ustedes, la película que los sacudirá de sus asientos.
LIONS GATE presenta:
LIONS GATE presenta:
Guau. Corran al cine. Y lo mejor de todo es que no está doblada al español porque es una película hablada en español. Guau. Y ojo, no se equivoquen, esta megaproducción no es responsabilidad de los genios Tony Dalton y de Kristoff.
Y si se quedaron picados con el corto, buenas noticias, en Pildorita de la Felicidad tuvimos el descaro de allanar las oficinas de LIONS GATE y robarnos la película, que aquí les presentamos en exclusiva:
¿A poco no merece el Oscar el bueno de Colunga?
1 comentario:
Generalmente el verano no es un buen momento para ir al cine, hay mucha gente y malas peliculas... Solo espero que Batman sea buena... por que es la unica movie que vere este verano...
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