sábado, 25 de abril de 2009

10 novelas que no estás obligado a leer


Para P.

Una buena parte de los encuentros felices acontece gracias al azar. Pero también al talento para aprovechar el azar. A los Clásicos y a las Novedades casi siempre llegamos de manera inevitable. Pero entre esos dos grupos hay todo un universo de libros que no estamos obligados a leer, pero ufff cuando llegamos a ellos agradecemos las pequeñas vueltas de la vida que nos llevaron a la primera página. Los siguientes títulos seguramente no están en la lista de lo que "hay que leer". Pero que no cunda el pánico: tampoco los colaboradores de este blog. Lo cual no quita que sean entrañables, cada uno a su manera. En fin que lo que quería decir es que si la vida te pone enfrente de alguno de estos diez títulos, no desaproveches la oportunidad de sumergirte en sus historias.

Mi tío Oswald de Roald Dahl. ¿Cómo pasar de los temas infantiles a los pornográficos sin perder el estilo? El magistral autor de Matilda y Charlie y la fábrica de chocolate nos enseña cómo. Mi tío Oswald narra las escabrosas aventuras del “mayor fornicador de todos los tiempos” en su faceta de empresario. Con la firme idea de formar un banco de esperma de gente importante para vender a las señoras ricas, Oswald y la irresistible Jazmín se dedican a tenderle trampas eróticas a Stravinski, Renoir, Puccini, Freud y otros. Imaginen lo que puede salir de esa premisa. ¿El resultado es vulgar? Por supuesto, no podíamos esperar menos de alguien capaz de decir “culo de perro” en un cuento infantil.

Hombrecitos verdes de Christopher Buckley. El Gobierno de EU, preocupado por aprovechar la paranoia americana a su favor, decide financiar el proyecto Majestic 12 que mantiene vivas las apariciones de OVNIS, sembrando evidencias, haciendo salir a algunos platillos voladores para ser fotografiados y de vez en cuando abduciendo granjeros ignorantes y mujeres gordas. ¿Qué sucede cuando un burócrata hastiado de su propia vida ordena abducir a John Oliver Banion, una especie de Larry King, que goza de una credibilidad a prueba de balas y capaz de hacer temblar al Gobierno? Por supuesto, un caos. El resultado es una historia divertidísima, que pasa revisión a las intrigas políticas, los programas de debate, las convenciones sobre aliens, las celebridades fáciles, los juicios eternos, los programas armamentistas, las reuniones intelectuales, las marchas de protesta, etc.


Las cucarachas no tienen rey de Daniel Evan Weiss. Ira Fishblatt es un abogado neoyorkino que tiene su casa hecha un desastre. Las cucarachas han creado un paraíso y por generaciones han agradecido los hábitos poco higiénicos del dueño de la casa. Pero un día, Ruth, la nueva novia de Ira, lo amenaza con el rompimiento si no pone en orden ese chiquero. Entonces los blátidos ven amenazado su imperio y deciden un plan: hacer que Ira se enamore de su vecina Elizabeth y se olvide de Ruth. ¿Cómo lograr esto cuando se es tan pequeño, se vive entre las ranuras de la pared y se es un insecto asqueroso? Descúbrelo leyendo esta novela ácida y cruel, sexual y políticamente incorrecta, que, aclaro, NO ES “El Apartamento de Joe”.


Wilt de Tom Sharpe. Henry Wilt es un pobre diablo con una esposa dominante y que da clases de literatura en una escuela politécnica (no hay mayor definición para un pobre diablo que esa). Saca con frecuencia a pasear al perro y a veces sueña con asesinar a su mujer. Un día, después de un altercado con una muñeca inflable, su mujer desaparece y todas las evidencias apuntar a Wilt, quien a pesar de decir en todo momento la verdad es sometido a los más desgastantes y divertidos interrogatorios por parte del detective Flint, un imbécil entrañable, quien no lo baja de “asesino sicótico”. Dos recomendaciones: nunca leas esta novela mientras comes (podrías atragantarte); nunca la leas en lugares públicos (van a creer que eres un loquito que aún puede carcajearse frente a un libro). Cuenta la leyenda que Wilberth se llama así en honor a este libro.

Eres una bestia, Viskovitz de Alessandro Boffa. 20 versiones del amor protagonizadas por el buen Viskovitz y su amada Ljuba. Un caracol que está en la disyuntiva de invertir o no buena parte de su vida en llegar hasta donde está su amada, cuando ni siquiera sabe si será correspondido; un microbio con complejo de inferioridad, un lirón que tiene sueños eróticos, un perro policía en rehabilitación después de trabajar en las unidades caninas antidrogas, un pez que descubre lo complicado que es comunicarse con danzas y prefiere el silencio (como muchos novios); un hijo mantis hablando con su madre mantis sobre su papá (“Era un poco salado”, le cuenta ella); un camaleón que se pregunta a sí mismo: ¿quién soy? En pocas palabras: una joya de libro.

Bridget Jones: sobreviviré (originalmente Al límite de la razón) de Helen Fielding. Uno de mis placeres culposos. Bridget Jones aglutina como pocos personajes contemporáneos la candidez y la agudeza, la histeria y la moderación, la reflexión y la irracionalidad de las mujeres del nuevo siglo. Entre masoquistas fantasías sobre la infidelidad de su pareja y la aparición en sueños del príncipe William, entre la actitud inexplicable de los padres a cierta edad, las tormentosas pláticas de las Petulantes Casadas y los consejos de los manuales de autoayuda, la treintañera Bridget retrata de manera cómica las relaciones humanas con todas sus contradicciones. Uno de esos libros que demuestran que el estilo lo es todo y que un argumento casi rosa puede dar lugar a una novela en verdad inteligente.

Saga de Tonino Benacquista. Cuatro guionistas desconocidos son reclutados por una cadena francesa para cumplir una cuota mínima de producción nacional. Con un presupuesto que compite solamente con las producciones campechanas y asignados al horario de la madrugada, crean un serial que se vuelve en poco tiempo en un auténtico fenómeno. Forman el equipo: un gran narrador ya olvidado, una frustrada escritora de novelas de amor, un guionista al que le han robado una trama, convertida ya en un éxito cinematográfico y finalmente un escritor inexperto que narra todo lo que sucede en aquel cuarto. Lo mejor de la novela: desentrañar el proceso del que surgen las historias y retratar el mundo mezquino del entretenimiento masivo.

Guía del Autoestopista Galáctico de Douglas Adams. Digamos lo siguiente: es prácticamente imposible imaginar Futurama sin el antecedente de este libro. También es imposible pensar en un servicio llamado Babel Fish o una canción llamada “Paranoid android”, que le rinden de alguna manera homenaje. Y una cosa más: la película no es ni la sombra de lo que puede hallarse en sus páginas. El planeta Tierra es destruido para construir una autopista y solo Arthur Dent, un tipo bastante torpe e indolente, logra salvarse, gracias a su amistad con un extraterrestre, del que nunca imaginó su auténtico origen, aunque sospechaba que era extranjero (una confusión típica, ya saben). Ya en plan de supervivientes, Arthur y su amigo Ford coinciden en una nave con Trillian, una encantadora chica que Arthur había conocido en una fiesta. Entonces descubren que Arjona tenía razón con eso de que “el destino es grande y la Vía Láctea es chica” o algo así, pero bueno, todos terminan embarcándose en grandes aventuras de rango sideral, extremadamente delirantes, por decir lo menos.

Ukridge de P. G. Wodehouse. Wodehouse, señores, no merece otro sobrenombre más que el de “Maestro”. A ningún otro autor le debo tantas alegrías como a este hombre, creador nada menos que de personajes como Wooster, Jeeves, o el tío Fred (Por cierto, hay versiones televisivas de las aventuras de Wooster y Jeeves, protagonizadas por Stephen Fry y Hugh Laurie -el doctor House, para mayores referencias). Y es el propio Laurie quien ha dicho: “Wodehouse es sin duda el escritor más divertido que haya vertido sus ideas sobre un papel”. Ukridge trata las desventuras de un truhán por hacerse de dinero. Para lograr su objetivo idea todo tipo de estrategias que le ayuden a dar el “gran golpe”. Desde escuelas para perros pequineses, hasta el manejo de peleadores de box, desde las campañas políticas (atención con el trabajo de “besador de bebés” durante una gira proselitista) hasta la edición de novelas románticas. El veredicto: Wodehouse es incapaz de escribir una página aburrida.

Buenos presagios de Neil Gaiman y Terry Pratchett. ¿Recuerdan La Profecía? Ahora imaginen una confusión al momento del nacimiento entre un bebé normal y el anticristo, de manera que el anticristo es criado como un bebé común y corriente y el bebé común y corriente es criado como si fuera el anticristo. Ahora piensen en qué pasará al momento en que el tiempo se haya cumplido ya, y el anticristo tenga que cumplir su misión. Añádanle un ángel que colecciona libros raros y que tiene un cameo en el Génesis y un demonio con un Bentley 1926. Aderece con los cuatro motociclistas del Apocalipsis, una profetisa loca, una médium de día y madame de noche, un cazador de brujas, Metatrón (la voz de Dios), alienígenas, atlantes, monjas satánicas y un perro.

NOTA: Todos los libros están en castellano.


7 comentarios:

Rodrigo Solís dijo...

Qué buena entrada, coño.
El hombre de la semana, p.
Primero Flor y luego esta genial entrada.

Dwarf dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dwarf dijo...

HA, la guia del autoestopista intergalactico...

Y no, la pelicula no es ni la sombre, pero es una buena puerta de entrada para que vean de que se trata... de hecho asi sucedio conmigo que no soy fan de la ciencia ficcion, la vi en un viaje a merida en el ADO y me encanto y hace poco (de hecho menos de dos meses) logre conseguir el libro... y es genial, simplemente genial.

Ahora se por que tanta gente idolatra a Douglas Adams...

Por sierto alguien a leido los libros de la saga "mundo disco"?? son de Terry Pratchett y que es como la Guia del autoestopista pero sobre magia.

Dwarf dijo...

Por cierto me encanto esta frase "pero ufff cuando llegamos a ellos agradecemos las pequeñas vueltas de la vida que nos llevaron a la primera página."

De hecho así fue como encontré a las novelas de Michael Connelly, un día sin nada que hacer y con ganas de leer un libro, la sagas de harry potter, el señor de los anillos y robert landog ya se me habían acabado, así que tome un libro de la estantería y leí que se trataba de un asesino serial que dejaba notas con fragmentos de poemas de Allan Poe... lo compre solo por la mención de Allan Poe... la cual es mínima dentro de la trama... pero al carajo, desde ese día me hice fan de Connegy y posterior mente de su personaje mas recurrente... Harry Bosh.

Anónimo dijo...

La mitad de esos libros me traen muy buenos recuerdos mi estimado Eduardo.

Wilt me recuerda la explanada de la uacala y a un vecino; Saga lo asocio con el inicio de nuestra amistad; el de hombrecitos verdes uno de tus cumpleaños y Buenos presagios, el mote de las potrankas, jajaja.

Por cierto, Dwarf,yo he leido algunos de la saga de mundo disco, llegué a ella después de Buenos presagios, mi favorito es El color de la magia, el primero de la serie, un estupenda introducción a al mundo disco, los personajes son alucinantes y la narración muy ágil. Super recomendable

Los otros dos que he leido me han gustado sólo algunas partes, he oido que los mejores de la saga son los primeros pero no he logrado dar con ellos más que en pdf y la verdad me cuesta leer así.

Una estupenda lista amigo, y creo que tendré que pedirte dos para leer los que me faltan, jajaja.

Besos

Dino

p dijo...

¡Muchas gracias por las recomendaciones y la dedicatoria, Eduardo! Así comienza mi búsqueda de estos libros... a ver si cuando vengas de visita ya podemos hablar de ellos (y otros de los muchísimos que de seguro vas a descubrir en los próximos años allá el Puebla). Qué bárbaro, qué jodido estoy, no he leido ni uno de esos. Ojalá pudiera recomendarte algo que no te haya recomendado ya el comité del Nobel, Pulitzer, Booker o la historia. ¿Cómo descubre uno los libros buenos, fuera de los premios? Digo, cada fin de año leo las listas de "lo mejor del año" que publican los periódicos y revistas gringas, pero los otros 11 meses, ¿a dónde va uno? Con las películas es muy fácil, hay un chingo de festivales, publicaciones e incluso por medios que no tienen nada que ver con el cine uno se entera de lo que está pasando (p.ej., cada vez que reportaban una guacareada de Lindsay Lohan en el set de "A prairie home companion", uno recordaba que Robert Altman estaba haciendo esa película con LL, Meryl Streep, Lily Tomlin, etc.). Uno escucha noticias de escritores nada más cuando a)se mueren, b)ganan el Nobel, c)el Ayatolá los sentencia a muerte, d)son Dan Brown o JK Rowling (por cierto, acaban de publicar el nuevo de Dan Brown, "The missing symbol" o algo así).

Anónimo dijo...

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