El sábado tuve mi primera conversación acerca del escritor británico J. G. Ballard. Ni siquiera fue una conversación, sino un minúsculo intercambio en el que mencioné cuánto gustaba su trabajo, pese a que nada más he leido algunas de sus historias cortas. Hoy está muerto. Falleció pocas horas después de que un servidor pronunciara su nombre por primera vez en casi 30 años de vida.
A Ballard le debemos, entre otras cosas, la carrera de Christian Bale y la mejor película de la década pasada*: Crash, de David Cronenberg.
Aquí puedes leer su obituario y alguntos tributos dedicados al escritor.
* Mínimo está en el Top 3.
3 comentarios:
es una gran pérdida, junto con Asimov eran los Lennon-McCartney de la ciencia ficción
me parece que en su obra podemos ver que la fascinación del futuro radica en las posibilidades del hombre mismo y no sólo en rayos laser, autos voladores y robots rebeldes
Mae, qué caso. Todavía ese día, mientras Ballard estaba dando su último respiro, yo te dije que te regalaría su novela "Rascacielos".
Te digo, somos culpables. Es como "Les Diaboliques" pero menos sexy.
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