De lo Sucedido: Salida y regreso.

Dada las circunstancias, he decidido escribir este post para quedar sin pena ni escarnio que agobie mi corazón y mi memoria.

Ha regresado Don perro, ha regresado JM. A primera vista, que bueno. Es algo que nutre en demasía este blog, y algo que el lector agradece. Pero lejos de esa finísima capa de albricias y ventura, se esconde una falta ética.

Hace como un mes o más, Edgar, un queridísimo amigo, me hizo la acotación de que JM ya no aparecía como contribuyente de la página. Yo, que soy muy despistado y sólo subo y leo sin ponerme a ver las cosas del blog, quedé con un ¿En serio? Y dejé pasar. Pero fue Mussgo el que me reiteró el comentario y caí en cuenta de ese hecho.

Dejó de subir a Pildorita JM. Qué suceso más misterioso.

Primero pensé que era meramente un asunto de rutina, de que estaba trabajando en un proyecto o algo así, pero después pensé con más claridad y descarté esa razón. Y me quedé con una mejor, que creo que es la más evidente. Ustedes dirán “Por qué no le preguntan a JM, y él le dirá sin reparos” y tienen razón, pero después de explicarles el rollo, verán que no hay necesidad de tal cuestión. Y es más probable que todos ya sepan (me refiero al resto de escritores de este blog)y todo esto sea sólo una conjetura, pero es mi postura y me quiero quedar con ella y comentarla porque nadie se ha tomado la molestia de hacerlo.

El hecho es el siguiente. Para nadie (de nosotros, los que tenemos algo que ver con el blog y los conocidos) es algo nuevo que JM nunca estuvo contento con el Blog, nunca fue de su agrado(y sigo creyendo que sigue estando algo incomodo) ya que para él no es algo que ayude a la literatura o que aporte algo al arte de la letras. Una versión muy personal y respetable que hemos discutido un sinnúmero de veces. Pero encima de eso, si le agregamos que nunca estuvo de acuerdo con lo que escribía y lo que hacía Rodrigo Solís, ahí tenemos un combo muy serio. Esto no es algo que desconozca el lector, ya que en los comentarios siempre hemos (o he) dicho esto, así que no es nada revelador. Lo que sí es revelador es el acomodo de las ideas y de los hechos.

La incursión de nuestro amigo JM al blog, resultó algo sorpresivo para mí, ya que no entendía la contradicción que sugería. Rodrigo le abrió la oportunidad de publicar su obra en Pildorita, con el afán de presentar en su blog rosa de no tan despreciable número de lectores, no sólo a JM, sino a un servidor y a Eduardo, cosa de lo que siempre le estaré agradecido.
Yo, que conozco al buen Juan, como así me conoce, sabía que la efervescencia de estar a gusto en el blog iba menguando, publicación tras publicación. Y sentía esa incomodidad, que se debe entender más en el sentido ético, de lo que a él sugería en comparación de lo que se publica en Pildorita. Digo, qué se puede pensar cuando en las pláticas “en serio” siempre se hablaba de lo nefasto que le parecía Pildorita y lo que hacía Rodrigo antes de conocerlo, y más con las reiteraciones con que lo hacía.

Y llegamos al momento en donde su servidor escribió sobre la muerte de Mouriño y externó su antipatía ante lo que escribía. Y después se salió.

Lo que a mí me incomoda, es la falta de seriedad y de modales al no decir nada y salirse así, sin más ni más. No decirle a ese pequeño y selecto grupo de lectores “oigan perros, me voy, si quieren seguir mi trabajo vayan a esta dirección….”.

Yo, que me meto con todos en este blog (lectores, escritores y demás) no haría eso, yo sí me despediría porque creo que es conveniente y lo menos que se merecen los que siguieron mi trabajo, y se tomaron la molestia de comentar en uno que otro post. Y mucho más, a la persona que me dio la oportunidad de entrar y “prestarme” a sus lectores para que mi obra sea leída y comentada.

En lo de Mouriño me dijo:“Has cambiado… no respetas ni a tus amigas…”, yo creo que nunca ofendí a mis amigas, y creo que el respeto y la vergüenza de lo que tanto habló, aquí quedaron fuera. Nebulosa contradicción. Si yo he cambiado, mi querido amigo ya es Gregorio Samza y no se ha dado cuenta.

En un acto de saber qué pasó, y de poder calmar las dudas, le pregunté a Rodrigo que si sabía algo, y este me comentó que no, que sólo le había llegado algo así de “¿Me podrías dar de baja, por favor?” y con toda la confusión y la caballerosidad del mundo, Rodrigo accedió a la petición sin pedir razones y quedar como todos en el blog, a la deriva de la incertidumbre.

Me quedé con cara de interrogación, no podía creer que JM se había dado de baja, así, sin más ni más, y siendo él, un caballero y siempre con la verdad de frente. No podía creer que un amigo que había respetado (y sigo respetando)por su claridad, su inteligencia y sobre todo, por su valentía para decir la verdad, había salido de esa forma. Y a sus amigos, a sus amigos no decirnos nada, nada de nada. Eso es lamentable. Hasta ahí estaba. Tenía una precaria imagen de lo ocurrido: No estaba contento y llegó a un límite. Algo sucedió, no le gusto, y emprendió la graciosa “hay nos vemos” con su ausencia. Como era de esperarse, los lectores empezaron a preguntar, y nosotros qué le íbamos a decir, pues la verdad “no sé por qué se fue”. Unos más truchos se encargaron de echarme la culpa, y fíjense que creo que tienen razón, es de esperarse que no estando contento con lo que se escribe en Pildorita, yo sea el peor de las basuras y una de las grandes gotas que derramó el vaso. Pero aún así, no hay algo escusa que avale tal acto

Pero lo que sí llegó a una molestia, fue el regreso. Eduardo, llegó al trabajo el viernes y me dijo “JM regresó” “¿Cómo, y qué dijo?”, “pues nada”. Así como se fue regresó. Creo que no hay respeto en esa cuestión. Por mi parte, podría significarles algo extraño que lean esta palabra en un post mío, pero la verdad es que sí creo que debe de haber cierto respeto a las personas que te dan la oportunidad de escribir, y más a los lectores que te leen y que preguntan por ti. Eso, mi querido amigo, es una falta más grave que el meterse con la muerte de alguien desconocido íntimamente.

JM volvió y qué bueno para el Blog, sin embargo, yo creo que lo que hizo y lo que siguió haciendo, es una falta grave para los lectores, los escritores, y principalmente, para sus amigos, que no quieren decir “mal agradecido” porque se le quiere y se le respeta en demasía. Por mi parte, me doy a la tarea de terminar este post, que es más una crítica al artista, que además es mi amigo, ya que es lo menos que puedo hacer acerca de sus actos y las faltas que comete, así como lo hace él tan correctamente. Creo que nos debes una explicación JM, que nos aclare esa duda, y no dejar a los lectores y a tus amigos en la incertidumbre total y al margen de la especulación. Aquí termino, queridos lectores, esto es lo más que puedo hacer para dejar en claro, que nosotros no supimos qué pasó con la salida de JM y con el regreso, en dado caso, estamos igual que ustedes. Quizá un comentario llegue de Eduardo, de Rodrigo, Laura, Flor, o hasta el mismo JM, diciendo que ya quedó claro, que se vio en una fiesta a la que no pude acudir, pero creo pertinente que esa aclaración se debiera hacer pública.