Es bien sabido por todo campechano que los campechanos somos los ciudadanos más propensos a empinar el codo y/o esnifar polvos blancos y/o tragar todo tipo de pastillas de colores y/o arremeter con virulencia en contra de nuestras novias y/o esposas y/o concubinas cuando no nos tratan como dioses terrenales, o sea, cuando se entretienen cuchichiando con la vecina en vez de traernos en el acto nuestra caguama, polvos blancos, pastillas de colores y/o el control remoto del televisor.
Dicho lo anterior, no es de extrañarnos que cada que salimos de la ciudad amurallada, nos topemos con una sucursal de casa, o sea, una pequeña embajada de Campeche, lugar donde otros hermanos campechanos nos esperan con los brazos abiertos para poder llevar nuestros sanos hábitos campechanos de beber caguamas y/o esnifar polvos blancos y/o tomar pastillas de colores y/o trompearnos a nuestras hembras.
Gracias Campeche, hace 8 meses que estoy tan lejos pero tan cerca de ti.
Dicho lo anterior, no es de extrañarnos que cada que salimos de la ciudad amurallada, nos topemos con una sucursal de casa, o sea, una pequeña embajada de Campeche, lugar donde otros hermanos campechanos nos esperan con los brazos abiertos para poder llevar nuestros sanos hábitos campechanos de beber caguamas y/o esnifar polvos blancos y/o tomar pastillas de colores y/o trompearnos a nuestras hembras.
Gracias Campeche, hace 8 meses que estoy tan lejos pero tan cerca de ti.
Foto: Fiera Rodríguez.
1 comentario:
Aquí en Cancún también hay una embajada campechana. Le dicen "Plaza 2000"
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