viernes, 26 de septiembre de 2008

Amor a prueba de tiempo


Como este 2008 hemos estado desamparados en materia de buenas películas (próximamente recomendaremos las que se vienen a salvar este trágico año y que tenemos que ver todos, sí o sí) y, porque también ando nostálgico, les voy a recomendar otra peli de viejitos amorosos.

Corría el año 2002 o 2003 (la verdad no recuerdo bien) cuando regresé luego de dos años a casa de una ex novia que vivía en el DF. Fueron unas vacaciones breves. Un intento de reconciliación absurdo. En su momento nos amamos como un par de locos y luego pasó lo que tenía que pasar: mis payasadas dejaron de provocarle ganas de reír y ella me botó* por su mejor amigo y yo lloré como una magdalena por dos años. El tiempo, que cicatriza todas las heridas logró un reencuentro. Yo, más mayor y menos ingenuo, y ella, aún más mayor (me llevaba un lustro) y más chiflada que nunca, durante una semana entera nos dedicamos a vernos mutuamente removiendo la cajita de cenizas que el placer tras de sí había dejado.

Pero bueno, basta de robarme las frases de Sabina. Al grano. La historia del párrafo de arriba viene a cuento porque en esos días de vendar el corazón con curitas, mi ex chica, el ex amor de mi vida, fue al Blockbuster y me rentó El hijo de la novia. “Tienes que verla”, me dijo. “Así que vela”, agregó. Y se fue a su consultorio a dar psicoterapias a personas desamparadas como yo, mientras yo me quedaba en su cama viendo la película y pensando que la que debía tomar terapias era ella y nos sus pacientes.

El hijo de la novia es una película monumental. Con nominación al Oscar en el 2002 y toda la cosa. Así que vela (sí, imperativamente, como me dijo mi ex novia), es indispensable, y no por la nominación al premio de cine más famoso del mundo. Si no porque esta película argentina es un monumento al amor verdadero. Ese amor que solo pasa en las películas y que se da a cuenta gotas en la vida real. Como el amor que le profesaba mi abuelo a mi abuelita, que en sus últimos meses de vida, cuando ella se volvió completamente loca y le dedicaba a su amado unas palabrotas que ni el pirata más procaz se atrevería a proferir, en respuesta, mi abuelo le besaba dulcemente la mano y le decía que la amaba más que a nada en este mundo. Traducción: esta película va más o menos de lo mismo (sin las palabrotas). Un anciano enamorado de su esposa que padece Alzheimer.



A diferencia de Diario de una Pasión (otra peli de amor a prueba de Alzheimer) que es un bodrio fabricado para los simplones enamoradizos, El hijo de la novia sí que te la tragas enterita, no conozco amigo al que se la haya recomendado y al final no termine fingiendo que le entró una basurita en el ojo. En mi caso, recuerdo que cuando mi ex novia llegó a su casa y me vio con los ojos redondos y brillosos como los de Bambi cuando su padre le da la noticia de que a mamá le han volado la tapa de los sesos de un escopetazo, miré a mi chica detenidamente y supe que todo se había ido a la mierda, nuestro amor nunca sería tan fuerte como el de Norma y Nino Bevedere.


* sin duda un verbo más elegante que engañó.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

como nadie comento en tu post yo comento e incluso voy a ver la pelicula para que veas que linda soy

Rodrigo Solís dijo...

Anónimo: gracias, necesito del aplauso y reconocimiento del público para no cortarme las venas. Como ves, está bien claro quién es el menos popular en este blog.

Marit dijo...

mmm pss no queria comentar nada sin antes ver la peli, pss ahorita acabo de verla (ilegalmente por supuesto) bendito sea el internet
muy buena la verdad
ese si es amor del verdadero, me molesta un poco porque se que los hombres de ahora ya no son asi, bueno no deberia generalizar, pero que daria una por encontrarlos.
excelente peli la verdad!
como siempre rodrigo no me decepcionas con tus excelentes gustos cinematograficos.

Bárbara dijo...

Rodro:
Uy, toda una historia con esta película,... tuve un enfrentamiento por la escena del Profesor Jirafales... pero pese a eso, es muy buena. También está el Sr. Darín que le compro cualquier cosa, es, me parece, por mucho el mejor actor argentino que hay actualmente. Dime por favor que lo viste en Nueve reinas, ¡dime por favor que viste Nueve reinas!

PD: ¿Estás desempolvando cajones?

Rodrigo Solís dijo...

Marti: muchas gracias.

Bárbara: por desgracia “Nueve reinas” es otra de esas pelis que tengo pendiente. Un amigo argentino me dijo que era una película indispensable de ver, de hecho me parece que en Estados Unidos hicieron un remake de esta peli, creo que es en la que sale Diego Luna y el genial John C. Reilly, “Criminales”, creo que se llama. Esa sí la vi y esta bastante maletota, pero supongo que la argentina es una joya
P.D. En efecto, ando desempolvando viejas pelis, este año ha sido fatal para el cine. Pero a partir del miércoles (que inicia octubre) empiezo a subir las que creo salvarán este desastroso año.