miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ver para leer

¿Qué sucede en el mundo que a las escritoras actuales no les basta con ser inteligentes, agudas, talentosas, sino que tienen incluso que resultar atractivas en las solapas de sus libros, agradables a la cámara de televisión?, ¿dónde quedó Emily Dickinson, encerrada y enloquecida; dónde Virginia Wolf, delgada y esquizoide, a quien sólo la magia del cine logró que se pareciera a Nicole Kidman?

Lorrie Moore. Para los fanáticos MILF. Moore es la genial autora de Birds of America (Emecé y Salamandra), una de las colecciones de cuentos más envidiables de las que se tengan noticia. Una penetrante visión al universo de las mujeres y sus relaciones que nunca cae en la narrativa “femenina” ni en el aburrimiento. Moore construye, con precisión y talento, relatos cuya premisa parece ser “Nada es más divertido que la infelicidad”.




Fernanda Solórzano. Es la responsable de que miles de televidentes mexicanos se hayan levantado temprano para ver Domingo Siete, por TV Azteca o le hayan seguido la pista al programa de Proyecto 40, Intermedio. Como egresada de Literatura y ex becaria del Fonca, posee uno de esos atractivos del que no todas las mujeres pueden presumir. Sus críticas de cine en la revista Letras Libres son acertados ejemplos de una espectadora que evade los lugares comunes al momento de escribir sobre un filme, y sus pretendientes virtuales, seguidores y fans son legión, según puede apreciarse en la página web de la mencionada revista. Hubo un tiempo en que Ely Guerra se parecía a ella. (Tengo su correo, pero no se los voy a pasar).



Sophie Auster. No es escritora, lo reconozco, sino cantante, pero ser hija del novelista Paul Auster (para más detalles: un chingón) tarde o temprano va a influir para que publique un libro (eso espero). Estudia Literatura francesa y tuvo la maravillosa idea de poner música a los poemas de algunos genios como Guillaume Apollinaire y Paul Eluard.











En este mismo apartado de linajes literarios podría colocarse a Sophie Dahl (modelo y nieta del excepcional Roald Dahl), a quien la crítica masacró por su cuento de hadas para adultos The man with the dancing eyes, pero que no conforme con eso prepara ya otro libro, Playing with the grown-ups.











Donna Tartt. Sorprendió el mundo editorial norteamericano con su novela El secreto (Mondadori), inteligente thriller ambientado en un colegio de Nueva Inglaterra, que terminó por volverse una novela de culto en EU. Voraz lectora, habla latín, griego, inglés y francés, y puede citar de memoria a santo Tomás, Platón, Salinger, Dante, Proust y Eliot, entre otros autores. En opinión de Rodrigo Fresán, tiene “aspecto de heroína de Edgar Allan Poe” y “costumbres ermitañas”.




Candace Bushnell. La versión televisiva de su libro Sex and the City ha sido por seis temporadas todo un referente para cientos de miles de mujeres en el globo. (Por otra parte las historias de Carrie y su grupo de amigas sólo funcionan en televisión, no en libro, no en cine). Posteriormente, lanzó la colección de relatos Cuatro rubias (Plaza y Janés), mucho mejor que el anterior, donde explora, de manera muy efectiva, la insatisfacción femenina en urbes como Nueva York, donde el éxito y la belleza son casi un imperativo. Un tema que, por lo visto, Bushnell domina a la perfección.
Otra MILF.








Carol Wolper. Ha sido guionista de películas poco respetables como Los Ángeles de Charlie. Sin embargo, pudo plasmar las desavenencias de trabajar de escritora en Hollywood en su novela Cigarette Girl (Mondadori), una divertida historia con perspicaces reflexiones sobre la vida de las mujeres entre los 28 y los 35 años. Peor aún: un manual de supervivencia en un universo donde todas las chicas son muñecas Barbie, a excepción de la narradora.


Jenna Jameson. La más célebre estrella porno del planeta escribió una autobiografía de 500 páginas, con la ayuda muy necesaria de Neil Strauss. Marketing posmoderno, Cómo hacer el amor al igual que una estrella del porno (Ediciones MR) combina el diario personal, el cómic, las citas de Shakespeare, el thriller barato, la novela erótica, el manual empresarial y el libro de autoayuda de una manera, habrá que reconocerlo, bastante entretenida. Por desgracia, cada vez se parece más a las muñecas inflables que alguna vez inspiró.


Ai Iijima. Otra actriz XXX (pero ésta del mundo asiático) que se volvió escritora. Su novela autobiográfica Platonic Sex (Emecé) bien podía llamarse Platonic Porno, en tanto ese descenso a los infiernos de la industria sexual que nos vende la contraportada nunca llega. No obstante, si hay algo que rescatar de este libro será la melancolía con que Ai describe a sus amigos y la posibilidad de preguntarnos por qué cuatro millones de japoneses se identificaron con él.





Yolanda Castaño. La autora de El libro de la egoísta (Visor) es poeta, articulista y conferenciante. Destacada practicante de la poesía erótica, ha considerado su último poemario el más obsceno de su bibliografía. Para la revista CQ ha escrito un párrafo que bien puede transcribirse para completar este artículo: “Una chica mona queda bien en cualquier sitio... menos en un oficio supuestamente intelectual. Ahí, levanta suspicacias, desconfianzas y descréditos. En cambio, ¿qué le ocurrirá a un intelectual atractivo? Sólo que venderá más libros. En todo caso, la guapura debería ser un capricho extra, un lujo prescindible... pero igual para todos”. Así sea.



¿Eso fue todo? Yo sé que todos ustedes -fanáticos de la literatura norteamericana y en especial de Paul Auster- quieren más fotos de Sophie:







Acá con el suegro de todos los escritores.

14 comentarios:

Eduardo Huchin dijo...

Por supuesto que faltaron. En breve, la segunda ronda: un grupo de reseñas hechas por los más prestigiados intelectuales sobre:
Kenia Cano (por parte de todos los poetas del centro del país), Flor de Anda y Laura Baeza (por parte de Rodrigo, Wil y los comentarios de JM del video que Laura grabó junto a Nelson Kancela) y por supuesto, Dulce María (en una estupenda reseña de Héctor Villarreal).

Rodrigo Solís dijo...

Pues créanlo o no, yo tengo el mail de Sophie, y ese ni en sueños se los voy a dar.

Anónimo dijo...

jajaja
ese video de laurita con nelson kancela, es una joya de la vida.. aun seguimos burlandonos de ella y sera motivo de muchos episodios mas de verguenza
jajaja
oye si, tienen q poner a nuestras literatas campechanas

Bárbara dijo...

Talentosas, lindas, flacas y con dinero...pinches viejas, me corroe la envidia...

Pero seguro no son felices!... (ay, la "ardilla" no vino, pero me mandó en su representación)

wilberth herrera dijo...

Yo creo que todas estas mujeres son parte de un complot de feministas que roban los escritos de hombres, para darselos a las mujeres de su secta, pues no es posible que las mujeres puedan hacer libros.
Richard Coghen estaría deacuerdo conmigo.
las mujeres tienen otras habilidades, como el chismorrear tan bien, el cocinar medio bien, el apagar la luz de la cocina, y una excelente actuación en el apartado oral.

Eduardo Huchin dijo...

Wil, buena teoría, pero te la ganaron a la inversa. Recomiendo leer el cuento de Ana María Shua -¡ah, qué divertido fue leer su novela "Los amores de Laurita"!- que se llama "Por qué las mujeres escriben mejor que los hombres".

Anónimo dijo...

Parte de los grandes cambios que trajo consigo este nuevo siglo fueron aquellos divorcios con los estereotipos históricos: Para que una mujer fuera escritora al menos debía parecerlo. Me agrada ver que ahora la Candance puede aparecer enfundada en su horrible vestido brilloso con su cara de "escribo sobre asuntos frívolos, tengo las bolsas llenas de billetes y me enorgullezco" y ser respetada: ésa es la actitud.

Por cierto, no sólo falté yo: Se extrañaron Tara Moss y tu ídola Diablo Cody.

Muy buen artículo poeta, una buena forma de poner a leer a los cientos de pervertidos que aquí entran.

Eduardo Huchin dijo...

Flor: reconozco esas ausencias. Sucede que para este post obedecí a un solo mandamiento: haberlas leído. Así que ya sabes qué regalarme para diciembre: "Candy Girl" de la Cody y "Latex" de la Moss.

Eduardo Huchin dijo...

Mare, me proyecté: el nombre correcto del libro de Tara Moss es "Fetish".

Lus dijo...

Me apurare a empezar mi libro, y te mandare mis fotos sexies....y formare un grupo que se llame "!quiero salir en tu blog!"

Anónimo dijo...

excelente libro "el secreto", apenas ayer que publicaron el post lo baje para leer y ahora ya casi lo acabo. que pongan mas libros todos son muy interesantes

wilberth herrera dijo...

ummm ta mare, ya salieron la bola de feministas (menos lusesita que comprende las necesidades del hombre y de la mujer).
Sólo para llevarles la contraria a esa mujeres, que sólo quieren ocultar su gueva a depilarse las piernas y el zobaco, Tu post fue malísimo, poeta.

Pinche instituto de la mujer, sólo vino a levantar piedras para que salieran las cucarachotas más grandes, que por tanto tiempo de estar abajo, ya aprendieron a hablar.

Anónimo dijo...

Mmm, la verdad el vestido de Candance es genial. Ya se me pasó la envidia.

Anónimo dijo...

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