miércoles, 4 de junio de 2008

Mexicanos en Hollywood: ¡Guaaaaaaaau!


Esta semana les platicaremos de dos películas en las que un par de mexicanos lograron colarse entre los créditos principales.

STREET KINGS



Si eres un señor, lotería, esta es la película para ti. Street Kings es la clásica película policíaca que causa fascinación en los señores, con una "trama" de muchos balazos, sangre, muertes, agentes encubiertos, traficantes de droga, traiciones y un “final inesperado”, mismo que (a menos que no seas un señor) podrás descifrar en los primeros quince minutos de la película: EL NEGRO ES EL MALO.



Ups, perdonen, no lo pude evitar. Es obvio quién es el malo. En fin, si fuera una buena película o cuando menos una medianamente aceptable película créanme que ni por error les hubiera dicho que Forest Whitaker es el policía afable y comprensivo que al final resulta ser corrupto y malvado.

Street Kings es de esas películas perfectamente olvidables de cuya existencia pudo prescindir el mundo del cine, pero que sin embargo existen, y para timar o atraer al público contratan a un reparto de lujo, o quizás no de lujo (salvo por el siempre genial Whitaker) pero sí plagado de actores cotizados y famosos como Keanu Reeves, Chris Evans (para más referencias la Antorcha Humana en Los 4 Fantásticos), Hugh Laurie (el doctor House M.D.), Jay Mohr, etcétera.

Quizás el mayor gancho de esta película, al menos para los mexicanos que somos muy nacionalistas, fue ver el debut de Martha Higareda en Hollywood, que para desgracia y sorpresa de los amantes de sus tetas, no las muestra ni una sola vez en durante los 5 minutos en que apareció en la película. En lugar de esas dos bonitas y firmes cualidades que la volvieron famosa en México, nos deleitó con un perfecto inglés que daba la impresión de que la actriz no era mexicana, sino una chinita.







En pocas palabras, Street Kings es una porquería de película que se hubiera beneficiado (aunque muy poco) si los productores hubiesen sabido exprimir las principales cualidades histriónicas de nuestra compatriota.


Las crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian



Nunca me han gustado las películas de fantasía. Las que han salido últimamente las he evitado ver en la medida de lo posible; a Stardust hasta la fecha la he esquivado con éxito y La Brújula Dorada la quité a los veinte minutos de iniciada, cosa que jamás suelo hacer.

Sin embargo, esta segunda entrega de Narnia la decidí ver porque para mi desgracia hace tres años fui arrastrado al cine a ver la primera parte, misma que fue una absoluta y completa porquería (salvo por la gloriosa Tilda Swinton, que estuvo brillante en el papel de bruja malvada), con sus animales de computadora y uno que otro actor respetable humillado, como el caso de James McAvoy, que interpretaba a un fauno con el culo tan abultado como el de Hugo Sánchez o el de mi primo Lalo.

El Príncipe Caspian, debo admitir muy a mi pesar, no es tan mala como su antecesora; es más, ni siquiera es mala. Incluso llega a ser buena en algunos lapsos. Sin embargo no puedo ser objetivo con este tipo de películas, porque de inmediato me asaltan pensamientos de cómo habrá sido el rodaje fuera de cámaras; es decir, cuando en la pantalla aparece un minotauro, de inmediato me pongo a pensar qué instrucciones le habrá dado el director para que el actor disfrazado de minotauro pusiera su mejor carita de minotauro triste luego de ver que los malvados mataron a sus otros amigos minotauros durante la guerra. No sé, francamente me resulta una indignidad cuando a un actor lo disfrazan con pezuñas y pelos y tiene que expresar alguna emoción humana.

Si no tienes nada que hacer hoy por la noche igual y no te la pasas tan mal viendo esta película, al fin y al cabo hoy los boletos están a mitad de precio.

Ah, sí, lo olvidaba: Damián Alcázar, que es creo yo (por mucho) el mejor actor que hay en México, como era de esperarse, cumple dignamente con su papel. Bien por él. Aunque claro, ignoraré por toda la eternidad (no pienso ni por todo el oro del mundo repetir la película) cómo habla en inglés el bueno de Damián, gracias a que una vez más los analfabetos dueños de los cines Hollywood de Campeche siguen solapando a los analfabetos campechanos al doblar al español cuanta película llega a sus salas. Y ojo, ya les da igual que sea película para niños o para adultos.





P.D. He cambiado de opinión: por favor, derriben esos malditos cines Hollywood.

1 comentario:

Dirty Lil' Thing dijo...

Estuve viviendo en España un ratito y ahí es peor porque TODOS los cines de TODA España tienen TODAS las películas dobladas al español, pero de España. Es castrante. Dejé de desear a George Clooney después de oírlo decir "Salid, salid ahora mismo para afuera"