miércoles, 8 de abril de 2009

¡¡Te crees!!




Pues que estaba navergando por el señor Internet, y que me topo con esta noticia “Actor de Harry Potter, detenido por posesión de drogas” y que entro. Puras mamadas. Luego eso me llevó a esta noticia “Sexo a cambio de comida”. Puras mamadas. Pero luego me llevó a esta “Abortan película “La Reina del Sur” por narco amenazas en Sinaloa”. Pura mamada.


Y que me quiero poner más al tanto del entierro de Pedro Infante Jr. Y en la sección de “entretenimiento” del Yahoo! Que me topo con esto: Aborda en ensayos Eduardo Huchín los vicios de autores y lectores. ¿Qué pedo? ¿Es el Eduardo, el poeta que conozco? Y sí, lo admito, mi parte de pueblerino que se asusta, salió. Y que lo leo, y que la entrevista es sobre su próxima obra, y que también aborda sobre los libros y la lectura y que me pongo a divagar con esa entrevista que le hicieron; y que me creo estar en dicha entrevista:


"Yo entiendo el acto de escribir como una especie de lectura de uno mismo y el acto de leer como una escritura de nosotros; el proyecto no sólo es una disertación, sino una práctica de lo que digo, en la que abordo varias inquietudes personales como escritor", comentó Huchin.”


Y que agrego, ciertamente. Estoy completamente de acuerdo contigo Eduardo, escribir y leer son una escritura de nosotros mismos. Como aquel cuento del prisionero de Borges, donde quiso dibujar el universo, y al final, dicho dibujo formaba su rostro. La escritura no sólo es una expresión vaga; al igual que la lectura, es una manifestación constante de el esbozo de nuestro ser. Esperamos con ansias ese nuevo proyecto Eduardo.



Pero que sigo leyendo y me meto más en la entrevista:


"generalmente los ensayos que hablan sobre ciertos libros o ciertos autores se ciñen a algunos esquemas y no se arriesgan a ser creativos", criticó el ensayista.


Concuerdo contigo, Eduardo. El ensayo ha perdido gran parte de su noción literaria. Muchos autores toman el ensayo como una tesis menor y eso es un grave error. Si bien, es una categoría de la literatura, no debería tener un rigor científico. Y hoy, los autores de ensayo, como tú bien dices, se sujetan a un esquema y no se arriesgan a arribar a los aposentos de lo creativo. Eduardo (y cedo el micrófono). "yo creo en los libros necesarios, no en la currícula de quien haya escrito docenas de obras" e imaginé que el entrevistador asentía. Aquí noté que estaba completamente loco.


La entrevista era sencilla pero con grandes ideas fulgurantes por parte de Eduardo (Como siempre):


"Me interesa recuperar el momento solitario en el que un lector encuentra a un autor que no conocía y el mundo le cambia. También ese otro en el que nadie nos ve y sucede algo que no teníamos pensado ante un libro".


Así es. Hay que volver al huevo, al instante mismo en que la magia chispea. En ese momento en que el lector siente un cambio en su visión, en su mundo. Y el que, conspicuamente, en su intimidad a veces accidental, el caos se desata, y no hay nadie a quién enseñarle esa belleza libertina que yace flotando sobre nuestras manos.


Y noté que lo que yo hacía; esa plática virtual de loco, demente, esquizofrénico, y hasta cierto punto, egocéntrico, no era más que una reacción. Una reacción ante esas grandes ideas que brinda Eduardo. Pero no era sólo esa reacción que estimula a tener otras ideas, sino que vino acompañada de nostalgia. Y es porque ya te extraño, amigo.



En definitiva, no quiero que te vayas. Los martes de Café ya no serán lo mismo. Sé que no hay que se aprensivo y hay que pensar en lo conveniente para un amigo. Pero ya habrá espacio para esa parte. En estos momentos sólo hay cabida para extrañar. Esa reacción de comentar lo que decías era sólo un capricho de nostalgia, porque sabía que son de las últimas veces que podría aportar a una idea tuya, teniéndote cerca. Porque después de este post, seguro podríamos seguir la plática en el café, o en “el amigo chino” o en el trabajo, o en algún otro lugar. Pero pronto te irás y no podremos experimentar ese hermoso fenómeno que es “charlar”.



Te vamos a extrañar, recabrón. Esperamos que tengas muy buena suerte (que poco la necesitas) en Puebla. Sabemos que ahí sí valorarán el enorme talento que tienes, y que, no sólo terminarás tu maestría, sino que tendrás otras metas (unas conseguidas y otras establecidas). Te vas, pero no solo, te llevas a un puñado de amigos y poetas detrás de ti. Pues la Mafia de Huchín no termina ahí.


Yo sí me despido de ti, porque en un año me voy a Inglaterra a hacer mi postgrado sobre “El humor inglés en las sexy comedias de Alfonso Zayas”. Y de ahí, a publicar. Yo sí me voy para no volver a verlos, culeros.


Que las buenas nuevas sean de reconocimiento, y que volviendo con un libro bajo el brazo, venga la justicia, porque en realidad, eres uno de los mejores escritores con que cuenta México.



4 comentarios:

Eduardo Huchin dijo...

Pinche Wil, me hiciste lagrimar peor que con "Blower's Daughter".

...Y cómo olvidar que todavía ayer, nos "sacaron" -literalmente- del "Amigo Chino" por hablar de sexo con Laurita a un volumen que hizo atragantarse al maitro de al lado y cómo nuestra discusión en Las Puertas sobre los furrys (y sobre si era o no una aberración que David el de Alvin y las Ardillas tuviera a tres malditas ardillas a las que cuidaba como hijos) hizo que unas fresas se levantaran de la mesa y se fueran.

En fin, coño, que todavía no me voy!!! No mames, me siento como ya si me hubieran desahuciado. Todo a su tiempo, señores, pero se agradece.

Eduardo Huchin dijo...

Por cierto, la primera respuesta originalmente fue esta:

"Escribir es leerse a uno mismo y leer es reescribir a los demás".

Pero tampoco me quejo de la variante.

Rodrigo Solís dijo...

Sí, extrañaremos a Eduardo, y nunca olvidaré la primera vez que me fui a un café con él, me dijo: platicar es otra forma de hacer literatura.
Muy cierto.

Killer Movimiento dijo...

lloremos todo (//_0,)