Al final
no ocurrió lo que todos sospechábamos, que al tronar las trompetas de los 4
Jinetes del Apocalipsis sólo emergerían de los escombros las cucarachas y Joan
Rivers.
Nunca
seguí de cerca la carrera de Joan, para mí siempre fue tan sólo una anciana
loca que aparecía en la televisión humillando de forma chispeante a los famosos
cuando estos osaban desfilabar sobre la alfombra roja enfundados en estrafalarias
vestimentas. Sin embargo, de un año a la fecha, tuve la revelación de que Joan
era mucho más que eso. Se convirtió en mi Padre Nuestro de cada mañana.
1 comentario:
rest in peace RIP.
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