El artículo de esta semana, “Santos, Reyes y padres alcahuetes” levantó en mis queridos e infalibles lectores los comentarios de rigor: que soy un Grinch y/o una persona que almacena muchos odios y rencores. También hubo lectores que, indignados, dijeron que soy un exagerado por vaticinar que en dos décadas algún estudio de Hollywood o alguna firma de ropa inventará a un extraterrestre de actitud alocada y bonachona o a un plumífero metrosexual y/o una pajarraca anoréxica que en la navidad sean los encargados de robarle el mandado a Santa y a los Reyes Magos trayéndoles juguetes, ropitas y dietas bajas en calorías a los niños.
Pues bien, a los lectores que afirman que soy un Grinch, ni manera, no hay forma de rebatirlos: tienen las manos con las que escriben llenas de razón; sin embargo a los otros lectores que muy indignados rebatieron mi vaticionio, he aquí una prueba de que no hay que ser Nostradamus o la astróloga Mishanti para disparar al aire y matar a un pato.
Pues bien, a los lectores que afirman que soy un Grinch, ni manera, no hay forma de rebatirlos: tienen las manos con las que escriben llenas de razón; sin embargo a los otros lectores que muy indignados rebatieron mi vaticionio, he aquí una prueba de que no hay que ser Nostradamus o la astróloga Mishanti para disparar al aire y matar a un pato.
¿Me dirán que ese no es el cinturón de Santa Claus?
3 comentarios:
Oh cielos, ella es Santa Claus.
Te juro que si tuvieras un programa como el de Mishanti también lo vería. Me divierte mucho leer éste blog.
Saludos.
No será que se le olvidó a Santa mientras le dejaba sus "juguetitos" en la "chimenea", qué dirá la señora Claus al respecto.El respeto al derecho ajeno es la paz.Saludos, Bomberito.
Jajaja
No leía tu blog desde hace un buen tiempo..Ojalá y no dejen de suceder cosas así para que tu no dejes de escribir y por ende yo no deje de leer y de reír..
¡Ah! y no creo que seas un Grinch..
Adiós
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