La euforia por celebrar el triunfo de México sobre los franceses, créanlo o no, llegó hasta un puerto olvidado de la República Mexicana: Campeche.
Chequen nomás los finísimos especímenes hercúleos que se dieron cita en el monumento a Lenin para dar rienda suelta a su pasión futbolera.
Todas las fotos fueron robadas del Facebook de mi amiga periodista Argentina Casanova.
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