Si los ingleses jugaran al fútbol como manufacturan y escriben sus películas y series de televisión, serían como mínimo, tetra campeones al igual que Brasil. Pero no. Ya vimos que a la hora de conducir el balón, de hacer gambetas, de mantener el resultado, del jogo bonito, ni con los gringos pueden, igualito que nosotros los mexicanos.
Pero basta de analogías futboleras. Hoy, que a costa de los franchutes estamos de fiesta nacional (la verdad es que este post estaba preparado con las palabras “luto nacional”), les propongo ver una de las mejores películas del 2009, probablemente el mejor filme donde haya Actuado (con A mayúscula) una superestrella del fútbol mundial.
¿Es Eric Cantona el señor con la barba a la Maradona del póster de arriba? Oui messieurs. El mismo bravucón del Manchester United que se paraba el cuello de la camiseta cual gangster la gabardina antes de sacar la metralleta para matar.
El otro señor, el de la cara partida por la mitad (la envidia de Ribéry, el crack francés daría sus millones para que lo tomaran así en las tapas de los periódicos), es el tocayo de Cantona; Eric Bishop (Steve Evets), pobre diablo consumado, cartero de toda la vida, abandonado por su esposa, padre ejemplar quien cuida de sus dos hijos, uno negro y otro blanco, este último delincuente juvenil, mejor conocido como el pelirrojo gay de la obra maestra Shameless.
¿Looking for Eric es una película que va de fútbol? No. Nada tiene que ver con el fútbol, salvo la afición desmedida de Eric Bishop por el equipo de sus amores, el Manchester United y la glorificación que hace de su ídolo, Eric Cantona. Para ser más precisos Looking for Eric es un drama, y de los buenos, de esos que te estrujan el corazón y te dan ganas de cortarte las venas como el pobre de Eric (el cartero) que parece tener una nube negra sobre su cabeza las 24 horas del día.
¿Por qué tenemos que ver un drama en un día tan feliz como el de hoy? Por que Looking for Eric tiene una moraleja muy bonita: la amistad. Los amigos que siempre están para tenderte una mano, incluso en los días más negros, más grises, más tristes, más fríos, ahí están, para sacar las papas del fuego, tal como le pasó al terco de Javier Aguirre cuando sus muchachos salieron de la banca, sin resentimientos y le marcaron los dos goles en algo que parecía imposible, ganarle a un campeón del Mundo.
Pero me volví a desviar, perdón, sigo emocionado. Looking for Eric es la oportunidad de ver a Eric Cantona actuar como Dios manda, cual actor consumado, de pura cepa, hecho y derecho. Como si hubiera nacido para estar en un plató y no en una cancha de fútbol.
Pero basta de analogías futboleras. Hoy, que a costa de los franchutes estamos de fiesta nacional (la verdad es que este post estaba preparado con las palabras “luto nacional”), les propongo ver una de las mejores películas del 2009, probablemente el mejor filme donde haya Actuado (con A mayúscula) una superestrella del fútbol mundial.
¿Es Eric Cantona el señor con la barba a la Maradona del póster de arriba? Oui messieurs. El mismo bravucón del Manchester United que se paraba el cuello de la camiseta cual gangster la gabardina antes de sacar la metralleta para matar.
El otro señor, el de la cara partida por la mitad (la envidia de Ribéry, el crack francés daría sus millones para que lo tomaran así en las tapas de los periódicos), es el tocayo de Cantona; Eric Bishop (Steve Evets), pobre diablo consumado, cartero de toda la vida, abandonado por su esposa, padre ejemplar quien cuida de sus dos hijos, uno negro y otro blanco, este último delincuente juvenil, mejor conocido como el pelirrojo gay de la obra maestra Shameless.
¿Looking for Eric es una película que va de fútbol? No. Nada tiene que ver con el fútbol, salvo la afición desmedida de Eric Bishop por el equipo de sus amores, el Manchester United y la glorificación que hace de su ídolo, Eric Cantona. Para ser más precisos Looking for Eric es un drama, y de los buenos, de esos que te estrujan el corazón y te dan ganas de cortarte las venas como el pobre de Eric (el cartero) que parece tener una nube negra sobre su cabeza las 24 horas del día.
¿Por qué tenemos que ver un drama en un día tan feliz como el de hoy? Por que Looking for Eric tiene una moraleja muy bonita: la amistad. Los amigos que siempre están para tenderte una mano, incluso en los días más negros, más grises, más tristes, más fríos, ahí están, para sacar las papas del fuego, tal como le pasó al terco de Javier Aguirre cuando sus muchachos salieron de la banca, sin resentimientos y le marcaron los dos goles en algo que parecía imposible, ganarle a un campeón del Mundo.
Pero me volví a desviar, perdón, sigo emocionado. Looking for Eric es la oportunidad de ver a Eric Cantona actuar como Dios manda, cual actor consumado, de pura cepa, hecho y derecho. Como si hubiera nacido para estar en un plató y no en una cancha de fútbol.
A falta del buen fútbol inglés y de la garra francesa en las canchas de Sudáfrica, sentémonos hoy en la noche a deleitar las pupilas con esta gran película inglesa protagonizada por un francés que en estos momentos el astrólogo Domenech desearía tener en su oncena para que le haga el milagro de calificarlo a octavos de final y no lo guillotine el pueblo en la Plaza de la Bastilla.
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