Un psiquiatra, por favor

Alguien tendría que hacer algo. Crear una institución psiquiátrica o penitenciaria de máxima seguridad y encerrar a todos los involucrados en videos como éste. Claro que si esto ocurriera, el Perú se quedaría sin el 95% de sus músicos y el mundo perdería gran parte de su brillo y color.

En situaciones como ésta me gustaría que Sartre viviera para que nos explicara si los peruanos crean estas aberraciones a causa de su inspiración e idiosincrasia o sólo se trata de una estrategia política por parte de sus gobernantes para atraer turistas por medio del Youtube. Sea lo que sea y mientras este misterio se revela, les invito a ver este horror de nuevo, pues puede que el asco y el espanto que les causó verlo por vez primera les haya impedido notar ciertos detalles que hacen más perturbador el asunto, más allá de que una niña de ocho años se le antoja la tetita de su mamá cada que la ve.

¿Escucharon la voz en off? Este señor al parecer tiene monopolizado el mercado de la música peruana, pues su voz es la misma que aparece en las canciones de Las Gemelas del Amor, La Tigresa del Oriente y otros tantos artistas.

Analicemos las frases de este filósofo.

“Ay los niños, los niños del Perú y del mundo, si no fuera por ellos qué sería de la casa, del hogar, hay que cuidarlos, hay que enseñarles a vivir. La pequeña Wendy, con tan sólo ocho años de edad”.

Traducción: Cuidar y enseñar a vivir a los niños es decirles que les digan a sus mamitas lindas que quieren chuparles sus tetitas, sin importar que las muelas del juicio les hayan brotado hace un par de años.

“Ay, ay, ay, ¿dónde están los hombres? A ver con las manos arriba, los hombressssss, de dieciocho para arriba, que también les gusta, sí eso mismo…”

Traducción: Tú, hombre, macho, que eres como esos cerdos y vacas que aparecen en el video chupando las ubres y tetas de una cerda y una vaca, compórtate como un animal y persigue a la primera mujer (no importa que sea menor de edad) que tenga un par de tetas por delante. Corretéala y hazle señas con las manos de que quieres chuparle las tetitas o tetotas.

“Ella será el orrrrrrrgullo de nuestra música folklórica, la pequeña Wendy. Vamos con las manitas arriba Wendy, zapateando, zapateando, así, bailando, bailando, eh, eh, eh…”.

Traducción: Niñas del Perú y del mundo, zapateen y bailen como unos changuitos, para que cuando crezcan zapateen y bailen alrededor de una bola de borrachos despreciables y si tienen suerte les chupen sus tetitas a cambio de no madreárselas en la noche.

P.D. Lo único rescatable del video es el enano que no deja de bailar vertiginosamente al borde de la piscina. Una gloria de bailarín, le auguro un gran futuro.