Recuerdo no hace mucho, cosa menos de un año, que al abrir el periódico un domingo por la mañana casi escupo el café por la sorpresa. Antes mis ojos un ramillete de colegialas (todas de escuelas particulares y católicas) salían retratadas dando de brincos con paletas ensartadas en la boca y con una sonrisota de oreja a oreja invitando a los transeúntes a unirse a la celebración del Día Mundial de la Sonrisa. Lo acepto, era más joven, inexperto y un cascarrabias de primera, así que le dediqué un artículo integro a la nota. La respuesta fue una carretada de mails diciéndome que era, en efecto, un cascarrabias de primer orden.
La nota que a continuación les presento –sé que cuesta creerlo, y acepto ser una comadre de clóset-, no pensaba publicarla, pero me llegaron algunos mails que informaban que se estaba celebrando el Día Mundial de RBD y que qué pensaba hacer al respecto. La verdad es que nada; mi hígado está retirado de segregar bilis, así que en vez de criticar, indignarme o patalear (buenas recomendaciones de mi doctor y psicólogo) he decidido unirme a la fiesta y celebrar, gritar y patalear de emoción.
Las imágenes hablan por sí mismas. Bon apetit.
viernes, 5 de octubre de 2007
4 de octubre no se olvida (Día mundial de RBD)
Categoría:
ESTE MUNDO MODERNO
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1 comentario:
¡Me carga la patona! Ya que chupela bruja dios miyo!!!!!!!!!!!
El respeto al derecho ajeno es la paz.
Saludos, Bomberito.
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