“...El segundo caso fue muy raro—dijo mi abuela—. Había una familia llamada Christiansen. Vivían en Holmenkollen y tenían un cuadro al óleo en la sala, del cual estaban muy orgullosos. En el cuadro se veía a unos patos en el patio de una granja al fondo. Era un cuadro grande y bastante bonito. Bueno, pues un día, su hija Solveg vino del colegio comiendo una manzana. Dijo que una señora muy simpática se la había dado en la calle. A la mañana siguiente, la pequeña Solveg no estaba en su cama. Los padres la buscaron por todas partes, pero no pudieron encontrarla. Entonces, de repente, su padre gritó: “¡Allí está!¡Ésa es Solveg!¡Está dando de comer a los patos!”. Señalaba el cuadro y, efectivamente, Solveg estaba allí. Estaba de pie en el patio, con un cubo en la mano, echándoles pan a los patos. El padre corrió hasta el cuadro y la tocó. Pero eso no sirvió de nada. Simplemente formaba parte del cuadro, era sólo una imagen pintada en el lienzo.
—¿Tú viste alguna vez ese cuadro, abuela, con la niña?
—Muchas veces—dijo mi abuela—. Y lo curioso es que la pequeña Solveg cambiaba a menudo de posición dentro del cuadro. Un día estaba dentro de la granja y se veía su cara asomada a la ventana. Otro día, a la izquierda, sosteniendo un pato entre los brazos.
—¿La viste moviéndose dentro del cuadro, abuela?
—Nadie la vio moverse. Tanto si estaba fuera, dando de comer a los patos, como si estaba dentro, mirando por la ventana, siempre estaba inmóvil, era sólo una figura pintada al óleo. Era todo muy raro—dijo mi abuela—. Rarísimo. Y lo más raro de todo era que, a medida que pasaban los años, ella se iba haciendo mayor en el cuadro. Al cabo de diez años, la niña se había convertido en una chica joven. Al cabo de treinta años, era una mujer madura. Luego, de repente, cincuenta y cuatro años después de lo sucedido, desapareció del cuadro para siempre…”
Seguro recuerdan esto, pero la memoria les falla. ¿Dónde lo he leído? ¿Dónde lo he visto? Pues, mientras se congelan en la incertidumbre, mientras tientan, les menciono que este es un fragmento de un libro.
Debo a Eduardo Huchín, ese Aleph literario, la lectura de uno de los libros más ricos que he leído últimamente, además del descubrimiento de uno de los escritores más grandes del siglo XX: Roald Dahl.
Mientras íbamos al café, recordaba una película de terror que acababa de ver. Y ahí surgió una de las escenas más escalofriantes que he tenido en mi vida. Le platiqué a Eduardo sobre la parte que les cité anteriormente y me dijo “..Es Brujas, la de Disney.” “sí” le contesté, y me asombró lo siguiente “Es de un libro infantil de Roald Dahl”. Ya me había presentado a Dahl (el hilarante Switch bitch, Gran Cambiazo en Español). Me quedé pasmado por las grandes obras que tiene en su haber este británico: Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda, Las brujas y los Gremlins.
Pero "Las Brujas", era una película que me había marcado de niño, y eso que llegué a ver películas tan macabras como Hellraiser, Evil dead entre otras, pero ninguna me cimbró más que la escena del cuadro.
Eduardo me facilitó el libro, y gocé de una de las obras más sencillas y geniales que jamás había leído. Y es tan increíble, tratándose de un cuento para niños, pues llega a ser un poco fuerte. Hay muerte, mutilaciones, descripciones grotescas, y finales (en los personajes) felices, pero terriblemente irreversibles.
Para poder pasar por libro infantil, se necesita un gran talento y una sutileza. Dahl es maestro, realmente un genio-maestro en la sutileza. Es británico.
Además de poseer un don rítmico impecable. Al leerlo, me recordó a La isla del tesoro. Dahl es, en gran medida, un Stevensson elegante.
Y lo más interesante, es el inicio del libro. Cómo se dirige al lector. Logra hablarte como si fuera un niño que le advirtiera a otro niño. Un truco estupendo para enganchar al lector. Cosa que es difícil de conseguir en los niños; en la literatura en general.
Les dejo unas fotos del inicio del libro. Si ustedes recuerdan con agrado y temor esta película, estoy seguro que les encantará leerlo, dejándolos picados.
Aquí les dejo el fragmento de la escena de la niña del cuadro. Al minuto cuatro empiezan lo bueno, claro, si es que saben inglés, ya que no pude conseguirlo en español. Y además, les dejo un video con un resumen de la película. Que sirva como trailer.
Fragmento del cuadro
http://es.youtube.com/watch?v=bEijKWw31UA
Compendio de escenas
http://es.youtube.com/watch?v=nAHf3boxBk4
11 comentarios:
awebito que recuerdo la pelicula, a mi tambien me dejo... pues me dejo como ahora soy, o sea, cumplio su objetivo. que pena que no te lo pude connseguir, pero me tienes que decir de donde lo sacaste.
no te preocupes. Me lo prestó eduardo. no me consguiste el libro porque no había, pero me trajiste unas joyas. Estoy muy agradecido.
Lo voy a comprar cuando vaya para méxico. Yes.
Igual a mí me dejó así.
Roald Dahl es uno de los mejores escritores que dio el pasado siglo y lo más genial de todo es que es para todas las edades: si eres niño nada tan divertido como "Matilda" o "James y el melocotón gigante" (nunca vean la peli, es una mierda); si eres adolescente, puedes leer sus "Relatos de lo inesperado" o la compilación "Cuentos escalofriantes" y si eres adulto, nada tan eróticamente hilarante como "El gran cambiazo" o la novela "Mi tío Oswald" (literatura auténticamente porno, pero el porno más divertido que puedan ustedes imaginar).
Es curioso que la literatura infantil más auténtica sea la políticamente incorrecta y hable de mierda ("Cuánto cuenta un elefante"), orugas que fuman ("Alicia en el país de las maravilas") o abuelas odiosas que piden medicinas asquerosas ("La maravillosa medicina de Jorge").
roald dahl es lo mejor. sus autobiografías (boy y volando solo), acerca de su niñez y juventud también son buenísimas y puedes ver de dónde sacó las ideas para sus cuentos.
también recomiendo mucho sus poemas satíricos sobre cuentos clásicos como la cenicienta. Esos no sé si se consiguen en español. No puedes parar de reír mientras lees como caperucita mató al lobo feroz...y a los cochinitos también!
saludos, por cierto. Leo de vez en cuando pero nunca había comentado.
Eduardo: de acuerdo contigo. Por eso lo puse en el post "Es uno de los mejores del siglo XX"Gracias por prestarme el libro, y más por darme a conocer a tal "mostro"
María José: Qué bueno es saber que hay post que provocan al lector que no comenta. Eso es muy alentador.Esos poemas son una amenaza a m}i bolsillo. Las gaans están tomando de rehén a mi economía. Lo compraré.
Gracias por ser el primero en recibir tu comentario. Saludos. Esperamos que no te nos vayas.
Aunque no he leído es libro, la película "las brujas" es una chingonería.
Qué buen post Wil.
Maria JOsé: las rimas son estupendas; Dahl era un estupendo versificador (como puede apreciarse en sus canciones para cuentos como "Charlie y la fábrica de chocolates"). El libro al que te refieres de rimas basadas en cuentos clásicos se llama "Revolting rhymes", pero Santillana lo tradujo como "Cuentos en verso para niños perversos".
gracias laurita. Entonces estoy en otro nivel porque ya lo leí. jeje.
No es verdad.
Está muy bueno el libro. Te lo recomiendo ámpliamente
Dahl: de mis favoritos de todos los tiempos; ampliamente recomendable. "Cuentos en verso para niños perversos" es brutalmente divertido; sus relatos escalofriantes son una daga en la médula, muy buenos. Pero se lleva las palmas "Mi tío Oswald" no paras de reír durante todo el relato, aún sigo buscando un escarabajo vesicante.
Wilt: fue muy xido toparme con este texto tuyo; y reafirmo la escena del cuadro como una de las que ocupan mi lista de las más escalofriantes que he visto.
Mordidas!
Bravo, Wil. Es bueno que escribas de literatura para que le gente crea que somos unos intelectuales.
jaja, eso pensé. Sabes la dificultad que me dio ese post??
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