Lo bueno de que una película basada en una novela arrase con las estatuillas doradas en los premios de la Academia es que inmediatamente la novela será traducida a decenas de idiomas y publicada hasta en el último rincón del mundo.
Tal fue el caso de la novela No es país para viejos. Hasta poco antes de los Oscares del año pasado ignoraba que existía una novela con ese nombre y menos un anciano casi octogenario llamado Cormac McCarthy, autor de la obra.
Por ello, más que por placer literario (es decir: curiosidad y morbo), inmediatamente después de ver la película dirigida por los hermanos Coen, compré la novela para ver qué tan bueno era el libro en comparación con el filme. Para mi sorpresa leer cada una de las páginas de No es país para viejos resultó una experiencia igual de gratificante que el tiempo que mis cuatro ojos estuvieron delante de Javier Bardem y compañía, quienes consumaron una de las mejores películas del nuevo milenio. Repito que fui sorprendido porque por lo general pocas veces ocurre la feliz coincidencia de que tanto la película como el libro sean una maravilla.
Entusiasmado con la fantástica narrativa del señor McCarthy, decidí apresurarme a leer su última novela: La carretera. Extasiado e ignorante como soy, al terminar de leerla me dije: “a esta novela deben darle un premio y llevarla de inmediato al cine”.
A Dios gracias existe gente inteligente con visión oportuna que un año antes de que yo descubriera y leyera La carretera, ya la habían premiado con el Pulitzer en el 2007. Y en Hollywood habían comenzado a rodar la adaptación al cine con uno de mis actores favoritos: Viggo Mortensen.
Ojalá todos puedan leer La carretera antes de que se estrene la película en los cines. Nada como nuestra propia imaginación* para recrear un escenario apocalíptico, espeluznante y devastador, pero al mismo tiempo, con un dejo de esperanza que los hará devorar el libro en un santiamén. Como una droga que te va pulverizando lentamente por dentro pero al mismo tiempo te hace más fuerte. Invencible.
La carretera es la historia de un hombre (sospecho que los que la lean ahora se imaginarán a Viggo) que en compañía de su hijo viajan hacia el sur huyendo de un mundo desolado, impregnado de ceniza, neblina, caníbales, cadáveres pudriéndose en las calles, o sea, el infierno en la tierra.
Un mundo al cual estamos pidiendo a gritos llegar. Y el cual (profético el viejo zorro de McCarthy) con certeza llegaremos antes de lo esperado.
Advertidos están, La carretera además de ser una obra maestra de la literatura moderna, es también un manual muy útil de supervivencia o de resignación para lo que se nos viene. Si no lo creen, empiecen a leer los encabezados diarios de los periódicos. El día que sea.
*Aunque quién sabe, ¿recuerdan la peli, Los hijos del hombre? Los mismos que crearon esos terroríficos escenarios han adaptando al cine La carretera.
Tal fue el caso de la novela No es país para viejos. Hasta poco antes de los Oscares del año pasado ignoraba que existía una novela con ese nombre y menos un anciano casi octogenario llamado Cormac McCarthy, autor de la obra.
Por ello, más que por placer literario (es decir: curiosidad y morbo), inmediatamente después de ver la película dirigida por los hermanos Coen, compré la novela para ver qué tan bueno era el libro en comparación con el filme. Para mi sorpresa leer cada una de las páginas de No es país para viejos resultó una experiencia igual de gratificante que el tiempo que mis cuatro ojos estuvieron delante de Javier Bardem y compañía, quienes consumaron una de las mejores películas del nuevo milenio. Repito que fui sorprendido porque por lo general pocas veces ocurre la feliz coincidencia de que tanto la película como el libro sean una maravilla.
Entusiasmado con la fantástica narrativa del señor McCarthy, decidí apresurarme a leer su última novela: La carretera. Extasiado e ignorante como soy, al terminar de leerla me dije: “a esta novela deben darle un premio y llevarla de inmediato al cine”.
A Dios gracias existe gente inteligente con visión oportuna que un año antes de que yo descubriera y leyera La carretera, ya la habían premiado con el Pulitzer en el 2007. Y en Hollywood habían comenzado a rodar la adaptación al cine con uno de mis actores favoritos: Viggo Mortensen.
Ojalá todos puedan leer La carretera antes de que se estrene la película en los cines. Nada como nuestra propia imaginación* para recrear un escenario apocalíptico, espeluznante y devastador, pero al mismo tiempo, con un dejo de esperanza que los hará devorar el libro en un santiamén. Como una droga que te va pulverizando lentamente por dentro pero al mismo tiempo te hace más fuerte. Invencible.
La carretera es la historia de un hombre (sospecho que los que la lean ahora se imaginarán a Viggo) que en compañía de su hijo viajan hacia el sur huyendo de un mundo desolado, impregnado de ceniza, neblina, caníbales, cadáveres pudriéndose en las calles, o sea, el infierno en la tierra.
Un mundo al cual estamos pidiendo a gritos llegar. Y el cual (profético el viejo zorro de McCarthy) con certeza llegaremos antes de lo esperado.
Advertidos están, La carretera además de ser una obra maestra de la literatura moderna, es también un manual muy útil de supervivencia o de resignación para lo que se nos viene. Si no lo creen, empiecen a leer los encabezados diarios de los periódicos. El día que sea.
*Aunque quién sabe, ¿recuerdan la peli, Los hijos del hombre? Los mismos que crearon esos terroríficos escenarios han adaptando al cine La carretera.
3 comentarios:
Habla de la pelicula del argentino, la gloriosa obra de arte hecha en Campechito, jaja.
donde andabas rodrigo? te extrañaba!!
jajaja
pues no se, ya me hice renuente a eso de ver las adaptaciones de libros, luego me decepciono como me paso con ceguera.
EL libro es magnifico, lo lei en solo 2 dias, no puedes dejarlo te atrapa completamente, yo me imagine en el papel principal a Moss (no se el nombre del actor y me da hueva buscarlo en internet para ponerlo correctamente), el cabron que encuentra la maleta con dinero en no es tierra para viejos, pero los genios de casting encontraron a uno mejor el bueno de Vigo.
Ya estoy contando los dias para verla, por los actores involucrados se ve que va a ser una verga, solo me queda la duda quien chingados es el director, una especie de extraterrestre, espero sea bueno. Lean el libro, es magnifico y ayuden a mexico a salir de el ultimo lugar en lectura de libros por persona.
Lean por favor tambien Charlie y la fabrica de chocolate, la ultima cancion de los Oompa Loompa nos podria ayudar a todos a sacar a mexico de la ignorancia.
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