viernes, 30 de enero de 2009

Por un neoliberalismo real 2



Los populismos de izquierdas y derechas, del pasado y del presente, nos han llevado a una crisis mundial que está de la chingada. Aplicaciones chingonas de neoliberalismo, en cambio, han sido muy exitosas en países como Nueva Zelandia, Corea del Sur y Malasia.

A pesar de los errores, toda crisis es una oportunidad para mejorar y ésa debe ser la actitud.

Las pendejadas y negligencias del gobierno fecalista, que nos tiene enfrascados en una estupida guerra, lejos de promover el desarrollo lo han inhibido. Sin embargo, la sociedad civil, a pesar de los gobiernos federal y locales, siguen adelante.

Los siguientes son ejemplos de adaptación a la crisis, de casos exitosos y oportunidades para salir adelante tomados de noticias recientes:

1. Ante una creciente reducción y encarecimiento en la oferta de bienes y servicios, se encuentra la oportunidad de reducir la demanda, con lo que un decrecimiento en ésta tendrá como efecto la baja en la primera a largo plazo, y en lo inmediato un alivio a la economía familiar:




2. La diversificación creativa e la oferta de servicios puede reducir costos y precios. Por un lado puede dirigirse el producto o servicios a un target de menor poder adquisitivo si se reduce el tiempo y la calidad; o también se puede ofrecer un servicio básico, que se adapte a la reducción del presupuesto del cliente y vaya directo a la satisfacción de su necesidad. Que no pague lujos. Satisfacción inmediata al menor costo.




3. Los servicios privados son mejores que los públicos. El siguiente ejemplo ilustra que lo barato o gratuito puede salir muy caro. Si este envío se hubiera hecho por Sepomex se lo hubieran robado, hubiera llegado incompleto o con tanto retraso que habrían sido irreconocibles los productos enviados. Por eso prefirieron ir a lo seguro, al pago de mensajería por parte de una empresa privada y, además, en apoyo a una empresa cien por ciento mexicana como la de la hielera que ahí se ve.




4. La transferencia de los servicios públicos a la iniciativa privada (¡Sí, PRIVATIZAR!). Esto reduciría el gasto público, lo que permitiría bajar los impuestos para consumir más. A largo plazo sanearía las finanzas públicas de los costos de mantener a la burocracia hasta el día de su muerte y más alla. En lo inmediato redituaría en un mejor servicio para el consumidor-contribuyente. Así nos libraríamos de esas mafias sindicales corruptas que dan servicio de pésima calidad, de mal modo y que mantienen cadenas clientelares de mando. Si los particulares pueden hacer algo mejor a un costo más barato que el gobierno, que lo hagan.




Próximamente, en Por un neoliberalismo real 3, "Tratamiento del sexoser-vicio en dos modelos económicos opuestos . Moralismo populista vs. tolerancia neoliberal".


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