El Encuentro Regional de Escritores "Andrés Iduarte" tiene una amplia tradición en la Pildorita. Tan solo hay que recordar la participación del señor Solís, en 2006 que dio origen a tres textos -entre otras peripecias, pues al final todo desembocó en un artículo sobre Campeche y su consecuente fattwa-:
1. Ni villa ni hermosa. Capítulo novelado de la invitación y viaje del señor Solís a Villahermosa, aderezado con despiadados detalles sobre el submundo de los escritores.
2. Mi encuentro con los escritores, donde el señor Solís hace una crónica de su presencia entre poetas , narradores y demás intelectuales, incapaces de aceptar que ellos también habían leído a Paulo Coelho.
3. Secuelas de un encuentro de escritores, donde nos narra qué sucedió después de tan importante evento. (Incluye una catástrofe meteorológica y esas cosas que acontecen cuando se juntan tres o cuatro sujetos que se dedican a las letras).
Y AHORA ME TOCÓ A MÍ. Hoy a las 20:00 horas se inaugura el III Encuentro “Andrés Iduarte”. Las crónicas entre copas del señor Solís (que hablaban de edecanes, champaña y cera en el pecho, tipo "Livin' la vida loca") me hicieron aceptar la invitación de inmediato. Sin embargo, debido a los escándalos -unos incluso marca Ronaldazo- que se dieron en el encuentro anterior, los organizadores decidieron incluir unas letras pequeñas que debido a mi entusiasmo ni siquiera advertí:
“El asistente está obligado a escribir un ensayo sobre la influencia de ‘Muerte sin fin’ en la literatura regional”.
¡Con eso pensaban convocar a pura gente responsable! En vista de que supe la verdad demasiado tarde, no me quedó otra más que leer -perdón, releer- a José Gorostiza, pero no me quejo. Mi participación -que por primera vez se atiene al tema de un encuentro- será el sábado 25, a las 13:00 horas y lleva por título Utilidad de los poetas muertos (con un ejemplo práctico).
Si están por allá, dense una vuelta a la Casa de Artes “José Gorostiza” los días jueves, viernes y sábado.
ACÁ el programa completo.
1. Ni villa ni hermosa. Capítulo novelado de la invitación y viaje del señor Solís a Villahermosa, aderezado con despiadados detalles sobre el submundo de los escritores.
2. Mi encuentro con los escritores, donde el señor Solís hace una crónica de su presencia entre poetas , narradores y demás intelectuales, incapaces de aceptar que ellos también habían leído a Paulo Coelho.
3. Secuelas de un encuentro de escritores, donde nos narra qué sucedió después de tan importante evento. (Incluye una catástrofe meteorológica y esas cosas que acontecen cuando se juntan tres o cuatro sujetos que se dedican a las letras).
Y AHORA ME TOCÓ A MÍ. Hoy a las 20:00 horas se inaugura el III Encuentro “Andrés Iduarte”. Las crónicas entre copas del señor Solís (que hablaban de edecanes, champaña y cera en el pecho, tipo "Livin' la vida loca") me hicieron aceptar la invitación de inmediato. Sin embargo, debido a los escándalos -unos incluso marca Ronaldazo- que se dieron en el encuentro anterior, los organizadores decidieron incluir unas letras pequeñas que debido a mi entusiasmo ni siquiera advertí:
“El asistente está obligado a escribir un ensayo sobre la influencia de ‘Muerte sin fin’ en la literatura regional”.
¡Con eso pensaban convocar a pura gente responsable! En vista de que supe la verdad demasiado tarde, no me quedó otra más que leer -perdón, releer- a José Gorostiza, pero no me quejo. Mi participación -que por primera vez se atiene al tema de un encuentro- será el sábado 25, a las 13:00 horas y lleva por título Utilidad de los poetas muertos (con un ejemplo práctico).
Si están por allá, dense una vuelta a la Casa de Artes “José Gorostiza” los días jueves, viernes y sábado.
ACÁ el programa completo.
2 comentarios:
Si te encuentras una edecán con senos de manatí...le estrujas el derecho de mi parte.
Besos afectuosos (y defectuosos)
Nunca entenderé por qué en los programas le ponen a las lecturas “mesas de trabajo”. Ahora comprendo el por que de los teatros vacíos.
P.D. Master, vi en el programa que estará Indira Broca, gran lectora y comentadora de Pildorita, salúdala afectuosamente de mi parte.
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