sábado, 16 de febrero de 2008

El Poderoso Hombre de Pekín



Quienes leen con cierta regularidad este modesto blog ya se habrán dado cuenta de que a quienes colaboramos en él nos gusta mucho el cine. Son tantas las películas que quisiéramos compartir con ustedes y tan poco el tiempo del que disponemos para hacerlo (hay muchas cosas de las que tenemos que quejarnos), que hace algún tiempo se nos ocurrió la idea de hacer una sección en la que les contáramos una película en doce fotogramas o menos, sin enredos y sin profundizar demasiado. Es más, sin profundizar en absoluto. ¿Por qué? No sé, nomás. Y, bueno, la están leyendo. No se preocupen, no les vamos a arruinar el final sorpresa del estreno del momento ni de esa película clásica que siempre han querido ver pero no los ha dejado las repeticiones de Dos Mujeres, Un Camino; siempre les vamos a contar churros y películas insignificantes que tal vez nunca lleguen a ver en el videoclub o en la televisión, así que tranquilos.


Hoy les presentamos The Mighty Peking Man (1977), producida en Hong Kong por los legendarios Hermanos Shaw para aprovechar la popularidad del remake de 1976 de King Kong. Ya sé que parece una basura, pero créanme que a diferencia del 90% de esas películas "Serie B" que se supone que "son tan malas que son buenas", pero en realidad son tan malas que apestan, ésta sí es una película entretenida de principio a fin y de manufactura más que aceptable. Bueno ya, les platico:



¡Una huella gigante es descubierta en los Himalayas! Por supuesto, un grupo de hombres intrépidos tiene que darse a la tarea de investigar este suceso.

El más intrépido de esos hombres, el que sobrevive los ataques de animales salvajes y las arenas movedizas, se encuentra con (o más bien es encontrado por) el monstruo que dejó las huellas.

Nuestro héroe es rescatado por una bella chica que le cuenta que muchos años atrás el avión en el que viajaba con su familia cayó en la jungla, y fue rescatada por el King Kong*.

El amor florece entre nuestros protagonistas. A King Kong no le gusta el asunto, y pronto veremos por qué.

El héroe convence a la chica de ir con él a la ciudad y llevar con ellos a Kong. Ella acepta sin saber que su padre putativo va a ser exhibido como un fenómeno de circo.

Una vez en la ciudad, nuestro héroe va a la televisora a ver a su hermano. Se topa con su ex novia. Su nueva novia lo sorprende en el momento menos indicado. Ella huye en busca de Kong.

El empresario que está exhibiendo al monstruo se niega a dejarlo ir y de paso aprovecha para toquetear a la salvaje inocente.

A King Kong no le gusta que toquen a sus mujeres, así que rompe sus cadenas y le da a esa cochina ciudad que tanto lo ha humillado lo que se merece: el caos.

El ejército llega a bordo de sus modernos helicópteros a intentar detener al gorila gigante.

¡Durante la confrontación nuestra heroína resulta herida! Afortunadamente el héroe llega en el momento justo a salvarla de su cruel destino.

King Kong no corre con la misma suerte.



* No es el nombre que utilizan, pero obviamente es él. El verdadero Hombre de Pekín no era un gorila gigante, sino un modelo hoy descontinuado del homo erectus (o sea, parecido a un gorila pero no tan grande como el de la película).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya medió muchas ganas de ver esa película. ¿Dónde puedo conseguirla? Se me hace un autentico churro, pero de esos que se disfrutan en cada escena y segurisimo arranca sonrisas y carcajadas de lo mala que está.

Mussgo