Es más, si se dieron cuenta, en dos de las cuatro películas que aquí les hemos relatado hay un excedente de violencia gratuita de este tipo, y yo ni siquiera había comentado algo al respecto. Para que vean que aun teniendo las mejores intenciones (les aseguro que las tengo), uno termina aceptando sin darle mayor importancia y difundiendo esos clichés de la cultura que le rodea, hasta un buen día en el que se da cuenta de lo que ha estado haciendo y dice... no puedo mentirles, lo hice, estoy haciéndolo y en el futuro tal vez lo haga un par de veces más, pero antes voy a pedirles que se den cuenta de la gravedad de la situación y no tomen a la ligera lo que consideran su "entretenimiento"; por el contrario, que vean con ojo crítico todo lo que los medios (nosotros incluidos, por supuesto) les ofrecen con la excusa de entretenerlos, y consideren cómo esos contenidos han contribuido a forjar la percepción que tienen del mundo y de la realidad.
Ms.45 es una película de 1981 dirigida por Abel Ferrara, uno de los realizadores más subestimados del cine de Estados Unidos, y junto con Escupo en tu tumba (I spit on your grave, 1978) es la máxima representante del subgénero rape-revenge, o "violación-venganza", del cine de explotación. A diferencia de otras películas de su tipo, en Ms.45 nos queda claro desde el principio que su protagonista es una mujer que va perdiendo poco a poco la cordura a raíz del ataque del que es víctima. La película no inventa justificaciones morales para los crímenes de su personaje principal; son los actos de una mente perturbada. Finalmente, la película es, y me disculparé yo mismo luego de esa larga introducción, una pequeña obra maestra. Se los aseguro, lo que voy a contarles a continuación no puede hacer justicia a lo buena que es esta película:
La historia comienza cuando Thana, una muchacha muda que trabaja como costurera, es violada en un callejón a plena luz del día por un loco enmascarado.
Cuando llega a su casa se topa con la sorpresa de que otro hombre está robando. De paso, él también la viola. Durante el ataque, Thana logra agarrar la plancha y le pone una putiza justa y necesaria al malvado.
Ella empieza a tener pesadillas en las que aparecen sus atacantes, y cada vez le es más difícil trabajar e interactuar con otras personas.
Finalmente hace lo que toda chica del Nueva York de los setentas (les recuerdo que apenas es 1981; todavía cuenta) tuvo que hacer en algún momento de su vida: cortar en pedazos a su atacante, meterlo en bolsas y guardarlas en el refrigerador para después ir tirándolas poco a poco en diversos basureros de la ciudad.
foto 6
Un muchacho que la seguía con quién sabe qué intenciones ve cómo tira una de sus bolsas en la calle. Comienza a correr tras ella para devolvérsela, pero cuando llegan a un callejón sin salida Thana, que está aterrorada, le dispara con la pistola del hombre al que mató (fue astuta y conservó el arma).
Convertida en una justiciera en forma, al poco tiempo nuestra heroína recorre las calles de noche matando a los padrotes que golpean a sus prostitutas, narcotraficantes y pandilleros armados con mortíferos chacos.
Siempre tiene que haber un aguafiestas. En este caso es una amiga... digo, "amiga", de Thana, que se arroja por el cuchillo del pastel y pone punto final a la masacre.
2 comentarios:
Excelente sección. Está de poca madre, es como una foto novela. Supongo que detrás de esto está colaborando el pepe. Un saludo también.
Que tal Rodro, esta sección es de mis favoritas. Te sugiero hagas una sección de música, en donde puedas hablar de grupos de rock indie, giras, conciertos, los mejores discos de la historia o canciones iconos. Se trata de hablar o alabar cosas bien hechas, no de hablar de porquerías como lo que vemos a diario en mtv o telehit.
Mussgo
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