lunes, 18 de febrero de 2008

Los hoteles del amor



Mientras que en Campeche los viejos ridículos que buscan un lugar con condiciones aceptables de sanidad (se considera ganancia que las sábanas estén libres de peste bubónica) para consumar su tórrido romance con la secretaria tienen que conformarse con las "espectaculares fotografías" de La Finca (porque, les platico, en nuestra ciudad se ha desatado una guerra sin cuartel entre los principales tumbaderos para ver cuál puede coronarse como el lupanar predilecto de los hombres de familia campechanos), los caballeros calenturientos de Japón pueden, concluida su jornada de 36 horas de trabajo, dar rienda suelta a sus fantasías más inconfesables en uno de los tradicionales Hoteles del Amor.

Según el artículo dedicado a ellos en Wikipedia, estos lugares tienen sus orígenes en las salas de té chaya, utilizadas principalmente por prostitutas y sus clientes pero también por parejas que necesitaban un lugar para "arponear al pulpo" con tranquilidad (les llaman "hoteles del amor", yo nada más estoy continuando con los eufemismos). El número de establecimientos se incrementó tras la guerra debido a la ocupación extranjera, a la abolición de la prostitución legal en 1958 (por lo que todos los negocios dedicados a ella tuvieron que disfrazar sus actividades), y al crecimiento de la industria automovilística, que trajo consigo la creación de un gran número de moteles de paso.

La fotógrafa estadounidense Misty Keasler publicó hace algún tiempo un libro donde recopila imágenes de los interiores de los hoteles del amor que existen hoy día, en los que las parejas pueden llevar a la práctica cualquier cosa reprobable que les apetezca:




El pasillo del hotel. Cada habitación conduce a una fantasía diferente.


El salón de masajes del Enterprise.

Nada tan relajante como... la oficina.

Para quienes les gusta el porno, papel tapiz de chicas desnudas.

Para los fanáticos del hentai.

El cuarto ideal para celebrar la cuaresma.

¿La bodega del hotel? "¡Están pidiendo el potro en el 6!"

Los japoneses aman el metro, y el que no lo crea que vea esta película.

Un espectáculo de luces en tu habitación.

Muchos fans de Hello Kitty disfrutan ser atados a la cama.

Un baño muy bien equipado.

¿Qué se ocultará tras esa puertecita en la pared?

Habitación de fantasía Super Mario Bros.

Un lugar para ser niños otra vez.

Cautiverio a todo lujo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Detrás de esa puertecita en la pared, se encuentra el bosque mágico.

Ahí, se vive magia, y tus problemas se resolverán.

Saludos.

Celestina Tercioipelo dijo...

Pues a mí ese cuarto de Hello Kitty me parece de lo más inspirador.

Anónimo dijo...

Faltó la fantasía mexicana, piso de tierra, botellas de tequila, un buen zarape junto a un perro sarnoso.

El respeto al derecho ajeno es la paz.

Saludos, Bomberito.

Anónimo dijo...

y en donde se encuentra este hotel, muero x ir.