Dos comedias para combatir los churros del verano

Molly Shannon es una mujer que me ha gustado desde siempre, es decir, desde que trabajaba en el elenco de Saturday Night Live, cuando era joven y sin embargo parecía la mujer más vieja del mundo. Algo en ella me perturba pero a la vez la hace excitante. Irresistible. Muy a pesar de su cuerpo perfecto de cilindro y su mirada triste de madre soltera psicópata. Si tuviera que definir su belleza diría que el suyo es un caso similar al del señor Burns en el capítulo de Los Simpson donde el doctor le dice que gracias a que padece todas las enfermedades conocidas por la humanidad es inmune a todas ellas (el doctor ejemplifica tomando un puñado de peluches en forma de bacterias e intentando hacerlas atravesar al mismo tiempo el umbral de una pequeña puerta, con lo que las atasca a todas); es decir, Molly tiene tantas imperfecciones físicas que en conjunto terminan por convertirla en una mujer hermosa.

Year of the dog

Year of the dog es una película protagonizada por Molly Shannon, que a diferencia de todas las demás películas donde ha aparecido (y donde casi siempre interpreta papeles de payasa chiflada al estilo SNL), en esta ocasión el papel le exigió demostrar que era una actriz hecha y derecha. Prueba superada, y de qué forma. Molly es una comediante que dentro guarda a una excepcional actriz seria. Solo era cuestión de que le impusieran un reto, tal como le sucedió a Jim Carrey que de ser el perfecto imbécil consentido de la pantalla grande (reputación ganada a pulso por sus pésimas películas) sorprendió a propios y extraños al protagonizar de manera magistral tres brillante filmes: The Truman Show, El hombre en la luna y Eterno resplandor de una mente sin recuerdos.

Si bien y a fuerza de ser sincero Year of the dog no llega a ser es una película tan genial como las tres arriba mencionadas, sí logra el cometido de ser una película diferente y muy divertida, la cual definitivamente vale la pena que veas.

¿Por qué tienes que verla?

Buena pregunta, con todas las superproducciones del verano encima. Debes hacerlo porque esta película es el debut como director de Mike White, el mismo sujeto que escribió los guiones de las geniales películas Una buena chica y La escuela del rock, y las muy entretenidas películas para chavos Orange Country y Dead Man on Campus, ah y también de 3 episodios de una de las mejores series televisivas de este nuevo siglo Freaks and Geeks (serie que desde luego y como era de esperarse cancelaron en su primera temporada porque los idiotas no entendieron su ácido humor. Freaks and Geeks sin duda era la serie que tomaría la estafeta de Los Años Maravillosos, pero en fin, esa es otra historia).

Breve sinopsis: Peggy es una secretaria cuarentona con una vida social y amorosa prácticamente nula. La relación más estrecha que mantiene con otro ser vivo es la que tiene con su perro, Pencil. Cuando Pencil muere, Peggy descubre que nadie es capaz de entender la enormidad de esa pérdida para ella, salvo un joven que trabaja en la oficina del veterinario que intentó salvarle la vida a su mascota. A través de él Peggy va involucrándose en el mundo de los activistas por los derechos de los animales, al mismo tiempo que va perdiendo el contacto con la realidad. Peggy descubre que su misión en la vida es luchar contra los enemigos de los animales (es decir, su propia familia, vecinos y amigos), y está dispuesta a llegar a cualquier extremo (sin importar cuan chiflado o ilegal pueda ser) para ganar la batalla.

Teeth

Teeth es una comedia de horror a la que le llovieron elogios en el Festival de Sundance hace un par de años. No podemos contarles gran cosa de la película, pero si vieron el póster y tienen el conocimiento aunque sea elemental del idioma inglés (por el título) tal vez puedan imaginarse de qué se trata. Lo único que podemos adelantarles es que la película se inspira en un mito que comparten varias culturas de la antigüedad, basado a su vez en el peor miedo de los hombres.

Sí, lo sospechábamos. De hecho más que una sospecha era una certeza de que nos tacharían de pedantes por someterlos a confiar con fe ciega en nuestro gusto en cine. Pero no es así. Teeth es una de esas películas que apostaron por crear algo diferente (lo cual no es sinónimo de aburrición sino todo lo contrario) y que si te cuentan de qué trata, te la arruinan por completo. Así que disculpen esta recomendación tan precaria, pero les prometemos que no se arrepentirán. Palabra.