RBD versión 1967
¿Han escuchado el término "Flower Power" ("Poder de las Flores"), popularizado en México gracias a la necesidad de describir los escandalosos tops vestidos por Thalía en su etapa de "Un pacto entre los dos"? Bueno, en esta foto vemos un ejemplo de Flower Power, el original, en el que probablemente se inspiró la hoy Sra. Mottola para crear su imagen desafiante y transgresora. Harris, el hombrecillo de la foto, reaccionó al verse encañonado por las autoridades de la manera más sensata que su cerebro hippie pudo concebir: encarando a los guardias y neutralizando sus armas con los claveles que había llevado a la manifestación para defenderse en caso de que fuera necesario.
La imagen recuerda a la impactante y bastante más difundida fotografía del "rebelde desconocido", tomada más de veinte años después en la Plaza de Tiananmen, China, cuando un hombrecito decidió enfrentar a una fila de tanques durante la protesta del 5 de Junio de 1989:
RBD versión 1989
Pero no nos desviemos del tema. Les dije que la foto que nos concierne era notable por más de un motivo y era en serio. La razón de esto se encuentra en la propia vida de su protagonista la cual, pese a no extenderse más de 33 años (como la de Jesús), puede ser vista como una radiografía que captura el espíritu de dos de las décadas de mayor agitación de la época contemporánea.
Si tuviera más tiempo y material de investigación (porque a decir verdad esto lo estoy haciendo sobre la marcha) les contaría la historia completa, pero como no quiero aburrirlos y mi memoria ya no es lo que era antes se las relato en dos líneas:
Hibiscus
A finales de los sesentas Harris se muda de Nueva York a San Francisco, donde era más fácil tener éxito pese a no tener talento. Adopta el nombre de Hibiscus y se convierte en uno de los miembros fundadores del grupo de travestis psicodélicos The Cockettes, cuya historia es relatada en un excelente documental del 2002. Ya sé que últimamente no hago sino recomendarles documentales pero les juro que si lo hago es porque valen la pena. Le ordeno a todo homosexual que esté leyendo estas líneas que abra otro navegador, baje el Bittorrent y lo use para bajar la película. Es parte de su historia, y más les vale sabérsela. Y ni siquiera les va a costar un centavo.
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