¿Alguien se acuerda de él?

Sí, hace apenas 3 años Josep Guardiola vino al fútbol mexicano (como jugador) a intentar salvar del descenso a los Dorados de Sinaloa. Fracasó.

-¿Cómo que fracasé? -dijo Guardiola-. Joder, si el equipo no quedó último de la tabla. ¡Nos salvamos, gilipollas! ¿Dónde está la champagne?, vamos todos a celebrar -gritó eufórico saliendo del vestidor, dando saltos mientras sus compañeros, bañados en lágrimas, daban por loco al español.

Entonces algún directivo de la Federación Mexicana de Fútbol alcanzó a Guardiola y le explicó que en México hacíamos un poco diferentes las cosas que en España.

-Mira, Josep, no seas tonto –le dijo el directivo-. Aquí un equipo desciende de categoría (o sea, tu equipo, que ya se fue a la mierda) si al final del campeonato ocupa el último lugar en una tabla llamada tabla porcentual, es decir, una tabla inventada por un matemático loco con el coeficiente intelectual por encima de Stephen Hawking que ideó este sistema que nosotros los federativos no tenemos una puta idea de cómo funciona pero le hacemos creer a todos que sí sabemos como funciona, es decir, les decimos a todos, desde los aficionados, dueños de clubes y periodistas, que para saber quién es el último lugar sólo tienen que sumar los puntos que se hagan en varios torneos y luego el resultado de esa suma se divide por una raíz cuadrara que se eleva a una potencia de varios dígitos. Ah, sí, y otra cosita, aquí no es un torneo, sino dos. Torneo de Invierno y Torneo de Verano. ¿O se llamaban torneos Comex? Bueno, en fin, no importa, el caso es que ahora pensamos cambiarles el nombre a Torneo de Apertura y Torneo de Clausura. Preciosos nombres. Bueno, el punto es que en estos torneos no gana el equipo que haga más puntos. No señor. Gana el equipo que gane la Liguilla. ¿Qué que es la Liguilla? Bueno, es una especie de eliminatoria que hacemos para que haya un campeón, o mejor dicho, dos campeones. En estas liguillas (ojo, porque son dos) accede cualquiera, es decir, los últimos equipos de la tabla pueden ingresar y salir campeones y descender al mismo tiempo. ¿Entendiste? Eso es lo hermoso de nuestro fútbol, así que no te preocupes por el descenso de tu club, lo de menos es que los dueños compren una franquicia y este mismo año están vuelta. ¿Te animas a quedarte un año más con nosotros, Josep?

Horas más tarde, en una rueda de prensa, Josep Guardiola anunciaba su retiro irrevocable como jugador profesional, rescatándose una frase memorable que debería esculpirse en la entrada de todos los clubes del fútbol de mexicano.

-Nadie en su sano juicio puede entender el fútbol mexicano. Nadie –dijo Josep y se regresó de vuelta a Barcelona donde dos años después, como entrenador se coronó campeón de la Tercera División con el FC Barcelona B.

Dos datos que a nadie le interesa y por ello no deberían leer sobre una mística relación entre Josep Guardiola y México:
1. Rafael Márquez utiliza el número 4 en la camiseta. El mismo número que Guardiola usó toda su carrera en el Barcelona.
2. En el año 2006, Guardiola (como ya dijimos) se retiró como jugador profesional en México.

Dos datos más que a nadie, absolutamente a nadie le interesa y por ello, bajo ningún concepto deberían leer sobre una mística relación entre Josep Guardiola y yo:
1. Guardiola nació el 18 de Enero y yo el 28 de Enero. ¿Cuál es la relación? Ninguna, ni siquiera compartimos el mismo signo zodiacal.
2. Guardiola tiene 3 hijos y yo ninguno. ¿Cuál es la relación? Ninguna, salvo que su última hija nació el año pasado y se llama Valentina, igual que mi novela que empecé a escribir el año pasado.