Halloween católico: la mejor fiesta del mundo

Una vez más queda comprobado que las fiestas católicas son las más divertidas de todas, sobre todo cuando de festejar lo pagano se trata. Hace siglos se lo pasaban bomba quemando brujas y herejes. Ahora que -muy a su pesar- las cosas han cambiado, las monjas y los padres que laboran en la Esc. Part. Inc. MIguel Hidalgo, a quienes la realeza campechana* ha encomendado la educación de sus retoños, tienen que recurrir a otro tipo de artimañas para que las hermosas adolescentes que estudian en el colegio algún día recuerden con nostalgia aquellos viejos y alegres días cuando, con la bendición de Diosito Todopoderoso, se divertían de lo lindo al tiempo que ingerían botella tras botella (las dos primeras de cortesía) de néctar del albañil, cerveza, hasta quedar completamente ebrias, infringiendo en el proceso toda suerte de leyes, como esa de no beber siendo menores de edad, lo cual al parecer únicamente es un pecado ante los ojos de los hombres (¿y, a cuál le vas a tener más miedo, a la Constitución o a la Biblia? Una lo peor que puede hacer es obligarte a pasar unas cuantas décadas en Kobén, mientras que la otra te envía a un lugar con condiciones de vida ligeramente más dignas, el Infierno, pero lo hace por TODA LA ETERNIDAD).

Sobra decir que la bacanal fue un éxito absoluto. Como bien lo establece Sir Isaac Newton en su famosa fórmula: (>EA) + β = θ, donde (>EA) representa a una menor de edad ardiente, Beta (β) representa cerveza gratuita, y Teta (θ) representa literalmente eso, a la invitada de honor: su Majestad la Teta, a la cual propone la lógica aristotélica como el principal ingrediente de una gran fiesta.

NOTA: la invitación probablemente fue redactada por monja o una alumna en estado de ebriedad, así que no vaya a pensar que en la Miguel Hidalgo no les enseñan a utilizar las mayúsculas y los signos de puntuación con propiedad.

*El surgimiento de otras escuelas preparatorias más caras hace que esta declaración pueda ser parcialmente falsa.