viernes, 18 de julio de 2008

Las firmas de nuestros ídolos




Para Bárbara, por valiente y porque no la conozco.



Todos tenemos un selecto grupo de artistas a los que admiramos. Inmortales, ancianos, señores y no tan señores a los que vemos y leemos y escuchamos una y otra vez, y a fuerza de seguirlos en sus peripecias por la vida, terminamos por aprenderles mucho. Quizás demasiado. Y la mejor forma de rendirles tributo es simplemente leyéndolos, escuchándolos o haciendo lo que tenga que hacer uno según sea la disciplina en la que se desempeñe el artista en cuestión.

Algo que me ha inquietado desde pequeño es la necesidad del ser humano por ser parte de la vida de un artista. Recuerdo que en la primaria un amigo regresó de unas vacaciones de Los Ángeles y alucinado nos presumió a todos los del salón que tenía un autógrafo de Schwarzenegger. El niño, dueño de ese trozo de papel garabateado, incluso llegó a creer que Schwarzenegger era su amigo, y no solo eso, sino que él era, por añadidura, una persona mejor que todos los demás niños del colegio.

Definitivamente sacarte una foto y/o pedirle un autógrafo a un famoso no te convierte en una mejor persona, menos en su amigo. Sin embargo, al parecer mucha gente piensa lo contrario, o no se arremolinarían como unas bestias salvajes dándose puntapiés, pellizcones y picándose los ojos los unos a los otros cuando ven por la calle, en un centro comercial o en los pasillos de un aeropuerto, a alguien que han visto cantando o haciendo telenovelas en la tele.

No sé, puedo estar equivocado, pero eso de pedir autógrafos se me hace una de las indignidades más grandes que existen. Y nunca he dudado en externarlo con mis amistades, y por eso, invariablemente, alguien siempre pone sobre la mesa el hipotético caso de que ha de existir algún artista por el que yo metería puntapiés, pellizcones y sacaría ojos con tal de pedir una firma. Naturalmente, miento y digo ser una persona muy digna. Y aseguro que a ninguno de los artistas que yo admiro lo molestaría acercándome para pedir un autógrafo. Faltaba más. Pero luego, secretamente me planteo la encrucijada: ¿sería capaz yo de comportarme como un fan de RBD si me topara cara a cara con Joaquín Sabina o Woody Allen o Arturo Pérez-Reverte? Al instante desecho esa estúpida pregunta porque soy un ermitaño y jamás me los cruzaría. Así que permanezco con mi dignidad intacta y critico y digo que quienes piden autógrafos son unos ridículos de pacotilla.


Desde luego, hay excepciones (y otro día les cuento cuando platiqué en vivo y a todo color con Arturo Pérez-Reverte). Pero hoy les voy a resumir la historia de este autógrafo. No es una historia bella, ni con moraleja. Es solo una historia.

Hernán Casciari es un escritor argentino que lleva años viviendo en España. Gracias al Internet y a su inagotable talento (a la derecha del blog pueden ver su trabajo en los links) se vuelve un escritor leído y por ende famoso. Yo lo empiezo a leer porque Eduardo me dice que hay un gordo argentino que vive en España que escribe como los dioses, y yo lo empiezo a leer porque Eduardo tiene un paladar exquisito en materia de escritores divertidos y porque los escritos de Hernán están en Internet y uno puede leerlos gratis. Al instante me engancho con la lectura y no pudo parar de leer a Hernán. Lo sigo todas las semanas en sus dos blogs, Espoiler (lunes y jueves, donde escribe y recomienda las mejores series que pasan en la televisión) y Orsai (martes o miércoles, donde escribe cuentos y/o artículos). “Este gordo es un chingón”, me digo y se lo digo cada semana en la sección de comentarios en sus dos blogs. Un día Hernán me responde (como a todos, porque Hernán le responde a todos) y me siento muy feliz porque leyó que en una ciudad pequeñita como Campeche un tipo que no es de Campeche, sino de Mérida, le da ánimos para seguir escribiendo diciéndole que es un chingón.

Hernán luego de 5 años en el exilio regresa a Argentina para presentar un libro que es una compilación de las historias que escribe cada semana en Orsai. Como soy pobre y Buenos Aires está en el culo del mundo no puedo ir a la presentación. Así que le digo a dos amigas, una mexicana y otra argentina que viven en Buenos Aires, que por favor vayan a la presentación y le digan a Hernán en vivo y a todo color que de parte de su amigo que vive en Campeche que es un chingón, y que si es tan amable, por favor me firme un libro. Mi amiga mexicana y mi amiga argentina por azares del destino no pueden ir a la presentación y me quedo sin firma. En apariencia. De no ser por una chica que no conozco pero que por esos misterios que tiene la vida y el Internet ella visita este blog rosa y me escribe un par de días antes de la presentación y me dice que sabe que yo soy admirador de Hernán y que si quiero ella le puede dar una postal o una servilleta o lo que sea para que Hernán la firme. Y yo le digo que sí y no albergo ni una sola esperanza por que no tengo idea de donde ha salido esta chica llamada Bárbara.

Termina la presentación y dos horas después aparece en mi bandeja de entrada un correo de Bárbara pidiéndome mi dirección para enviar la postal firmada que vieron arriba.

Sé que no tengo dignidad, y quienes me conocen bien pueden dar fe de ello (en especial mis ex novias), pero creo que hay formas azarosas de pedir autógrafos a la gente que uno admira sin perder la dignidad.

Gracias Bárbara por pintarme una sonrisa en el rostro y por lograr que mi dignidad permanezca intacta, al menos por esta vez. Gracias Hernán por hacerme tan feliz cada semana.

P.D.

En YouTube está la presentación de Hernán en Buenos Aires. Advertencia, se ve y escucha de la chingada. Sin embargo Hernán prometió en breve subir el video oficial (supongo que con buena calidad de audio) a Orsai. Mientras, pueden leer lo que dijeron en la presentación, aquí esta la dirección para que lo chequen.



Y para cerrar, hoy que es viernes y que la cosa está más despejada, o sea, que su jefe no anda por los pasillos hinchándoles las pelotas, les dejo con estos dos bonitos y educativos videos en los que aparece Hernán en un programa catalán llamado Encontres, así que no se asusten si de repente el conductor empieza hablar en una lengua muy parecida al español pero que sin embargo medio entienden y medio creen que les dio un derrame cerebral; tranquilos, estiren las piernas y disfruten antes de salir volados a sus casas a embriagarse como albañiles el fin de semana.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo tengo un autógrafo de Sasha y soy feliz y me siento muy muy.

wilberth herrera dijo...

jaja "Rodrigo, el de la felicidad" jaja.

Anónimo dijo...

Y yo tengo uno de Diego Shoening

Anónimo dijo...

Rodrigo:

Muchas gracias por la dedicatoria, si bien en efecto, no nos conocemos, el ofrecimiento vino por dos razones básicamente: Uno, nos une esa extraña admiración a Hernán, digo extraña porque sé de mucha gente que lo siente tan cercano como tú y como yo, por motivos completamente diferentes.

En mi caso cuando lo descubrí tenía unos meses de vivir en Buenos Aires y puteaba tanto como él, (a la patria que él añoraba) y caía en las burdas comparaciones y demás…

Pero leerlo fue y seguirá siendo, un bálsamo muy reconfortante cuando te pega la nostalgia… Despierta muchas cosas el Sr. Casciari. (Mis palabras para él las puedes leer en el comentario No.222 de la última entrada, si es que no ha quitado el spam y cambió de número).

Y dos: porque como te comenté, tú blog es una ventanita a mi tierra, a la cotidianidad y a los códigos que la distancia hace que pierdas u olvides, y esa fue mi manera de agradecerte a ti lo que me das cada vez que te leo.

Gracias nuevamente, besos porteños.

Anónimo dijo...

¡Que no se quede la idea de que corro detrás de los artistas por autógrafos!, sólo tenia el antecedente de una pésima experiencia con Fito Paez, (que conste que no lo busqué me lo encontré de extraña extraña casualidad cenando en el mismo restaurante).

Por él único que haría nuevamente más de dos horas de fila sería por Mario Vargas Llosa

Anónimo dijo...

Un monstruo, Hernán.

Anónimo dijo...

Yo me fui a chupar al camerino de Zoé en tuxtla, y luego a una fiesta que hicieron los fans de allá en una disco, despues del toquín, con León Laregui y todos, y no digo nada. ja

Mussgo

Anónimo dijo...

¡Joder! ¿Gordo, Casciari? Naaaaa

Anónimo dijo...

Pues yo se la chupé a Verastegui y tampoco digo nada.

Anónimo dijo...

Puta madre puro cabron famoso visita esta chingada mierda de blog de putos

wilberth herrera dijo...

una pregunta, si esto es un blog d putos, y escribimos puterías, entons los lectores son putos ¿no?

Anónimo dijo...

el cer..., eres un chingado imbécil. ¿Qué ganas poniendo ese comentario? ¿Te gustaría que yo me burlara así de tu hermana? Estaría de la verga, ¿no?

Anónimo dijo...

Arriba Racing

wilberth herrera dijo...

what? no entendí. Me dices amí Cer--... no entiendo. perdoname, soy imbecil.¿Me lo podrías aclarar?tienes hermanas? tan buenas?Eres puto? estás bueno?

Arriba el boca. Y banfield. Y racing también, porque no.

Anónimo dijo...

No wilberth, no era para ti. Soy otro anónimo (no tu archirrival), uno bueno. Ese comentario era para otra persona. Él sabe quién es.

wilberth herrera dijo...

ok. Entendido. Un saludo mi anónimo, que merece llevar ese estandarte tan grande por dar joyas como Las mil y una noches, y La viquina.

Anónimo dijo...

Muy bueno. Hay que ser muy valiente para pedir autografos porque las piernas te tiemblan mucho y no sabes que decir. En tu caso tuviste algo de suerte porque tenias "emisarios" que te representaban.
Saludos y segui asi.

Te dejo tambien mi blog para que leas.

www.primercajon.wordpress.com

Saludos de nuevo
Sebastian

Anónimo dijo...

Yo tengo el de Chabelo en una servilleta y el de Belinda en otra servilleta, creo que les gané como siempre; Wil mándale saludos al Gimnasia y Esgrima (que no entiendo porque juegan futbol, me imagino que son los que no dejaron entrar a gimnasia y esgrima).

El respeto al derecho ajeno es la paz.

Saludos, Bomberito.