sábado, 14 de julio de 2007

Año nuevo



“OJALÁ TODOS TUS PROBLEMAS DUREN TANTO COMO TUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO.”


- El tipo más optimista de la Tierra




Dejar un año atrás o darle la bienvenida a uno nuevo cada vez resulta más dramático. Enfundarse en escandalosa ropa interior roja, correr como desquiciado por el vecindario con equipaje vacío a cuestas, tragar doce uvas y cerrar los ojos invocando a todos los dioses, santos, constelaciones y a Walter Mercado para que se cumplan nuestros deseos, se ha vuelto tan normal para el hombre como para Santa Claus prostituir su imagen de octubre a enero en todos los espectaculares y anuncios de televisión, radio y prensa, anunciando desde celulares hasta píldoras para una actividad sexual más potente.

-¡Feliz año 2006! -grita eufórico el locutor de la radio.

Quisiera compartir su euforia, pero al mirar a mi alrededor, observo a mi hermano que cada vez adquiere más responsabilidades y menos cabello, a mi hermana que cada vez invierte más en sus curvas y menos en sueños imposibles, a mi madre que cada vez descubre más arrugas en el rostro y menos sonrisas en la boca, y las cenizas de mi padre, que han ganado tanta antigüedad en la cripta que le han granjeado seguridad social en el purgatorio, lugar entre el cielo y el infierno donde descansa su alma, según el sacerdote que ofició la última misa en la que participó.

-Te deseo salud -dice mi tía, y descubro que me lo desea de corazón porque bien sabe que no poseo Seguro Social.

-Quiero ver la hoja que diga Fin -dice otra tía, a sabiendas que llevo un par de años escribiendo la novela que tantas angustias le ha causado a la familia.

-Apoyo la decisión que has tomado -dice mi mamá, la última de la fila, fundiéndose en un abrazo conmigo.

Si tu madre dice: “apoyo la decisión que has tomado”, una de dos, te declaraste gay o eres escritor.

Recordar la navidad pasada, donde fue leído el borrador del primer capitulo de mi novela, me hace darme cuenta de algo: gay hubiera sido una mejor opción. Nada como evitar la vergüenza de dormir al abuelo y a la mitad de los integrantes de la familia, además de que mi actividad sexual hubiese incrementado en un trescientos por ciento.

Súper modelos desfilan despampanantes por la Quinta Avenida de Playa del Carmen. Nunca se vieron tantas mujeres hermosas reunidas en un mismo tiempo y espacio, las probabilidades de que se cumpliera mi primer y principal propósito/anhelo/meta del 2006 eran altísimas. Por desgracia, desde el álgebra no me jugaban una pasada tan mala las matemáticas: el sol calcinante de las doce del día derrite mi piel y mis únicos dos acompañantes, como cada año, a mi derecha un Dimas que modifica su corte de cabello cada que Ricky Martin lo hace, fragua un viaje a Cuba cargado de cepillos de dientes para tener mejor suerte, mínimo que lo confundan con Juan Osorio; a la izquierda, Gestas, dedicado a la patética afición de fotografiar automóviles de lujo que jamás tendrá, asegura que robar un Aston Martin es la única opción si desea tener a un Ángel de Victoria´s Secret a su lado, y no a un par de briagos descamisados.

Camino por la playa, pareciera estar sumergido en una película de horror de George Romero, una mano emerge por sorpresa de las profundidades de la tierra y sujeta mi tobillo, causándome un casi infarto. Segundos más tarde y con el corazón y los testículos de vuelta en su sitio, descubro que el montículo de arena sobre el que estoy en pie es en realidad un sujeto que dice ser una tortuga de carey. Con pasos errantes, dos tipos empanizados en arena aseguran ser la osa mayor y la osa menor, un DJ mezcla música en una tornamesa que desmontaron hace horas, y decenas de jovencitos rojos como tomates, con movimientos que envidiaría cualquier aspirante a extra de una película de zombies, intentan emprender la graciosa huida al ver que una camioneta de la AFI se vacía de agentes antinarcóticos.

-A mí hágame el antidoping, oficial.

-No somos la FIFA; las manos sobre la nuca y dése vuelta.

Conozco a la perfección el procedimiento. Por fortuna, estoy acostumbrado a los cateos, no es la primera vez que me confunden con un dealer. El agente vacía mis bolsillos. Desilusionado de no encontrar el cargamento esperado de éxtasis, LSD, o mínimo un churro de mariguana, el agente me recomienda una crema contra quemaduras de tercer grado y me devuelve el único objeto hallado en mis pantalones: una lista con doce propósitos.


1. Acostarme con una Top Model el primer día del año, o cualquier día de mi vida.

2. Hipotecar por cuarta vez el alma al Diablo para que la Selección Mexicana avance a los cuartos de final en el Mundial de fútbol, para que la vida de cien millones de personas adquiera sentido.

3. Dejar de pagar mensualidades en el gimnasio, para mejor dedicarme a observar a las personas mirarse por hora y media en el espejo, creyendo que sus bíceps cobraron mágicamente dimensiones a la Arnold Schwarzenegger después de una superserie.

4. Entrevistar a Patricia Mercado Castro (candidata a la presidencia del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina) y preguntarle si al menos sembró las semillas de los rosales del jardín de su casa.

5. Recomendarle a Felipe Calderón Hinojosa (candidato a la presidencia del PAN) que para el próximo anuncio televisivo navideño nos diga “felicidades” con más entusiasmo.

6. Entrevistar al Papa Benedicto XVI y preguntarle por qué no cambia la sede del Vaticano a Somalia.

7. Convencer a la Academia de que postulen “Mi verdad” de Juan Osorio como mejor película extranjera, o por qué no, mejor película del año.

8. Dejar de hacer servicio social y/o el ridículo en todos los medios de comunicación.

9. Suplantar por cianuro las aspirinas de la bolsa de mi madre si vuelve a preguntar si voy a salir a la calle con esa camisa llena de hoyos.

10. Encabezar dos colectas: una para comprarle a Roberto Madrazo Pintado (candidato a la presidencia del PRI) unos pants, para evitar el penoso espectáculo de verle en anuncios televisivos corriendo en el parque de Las Lomas con pantaloncillos tan cortos como los de Hugo Sánchez en su época del Real Madrid, exhibiendo las piernitas velludas y rogándonos que votemos por él; la otra para que Andrés Manuel López Obrador (candidato a la presidencia del PRD) cambie el Tsuru del siglo pasado por un Hummer del año, como el que tienen ciertos diputados locales.

11. Creer que el muro que dividirá a México y a los Estados Unidos será construido por albañiles anglosajones.

12. Convencer al Diablo de que confiese de una vez por todas que Dios no es más que una más de sus bromas.

8 comentarios:

Analítica (Venezuela) dijo...

Publicado en:

http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/3529922.asp

Media 3d2 (DF) dijo...

Publicado en:

http://media.3d2.com.mx/files/1231218621437746721.pdf

TV Radio Rivera (Quintana Roo) dijo...

Publicado en:

http://www.tvradioriviera.com/reportajes/opinion_31/pildorita-felicidad-proposito-nuevo_778

La Jornada (Nicaragua) dijo...

Publicado en:

http://www.lajornadanet.com/diario/opinion/2009/enero/12.html

Popotito 22 (Chiapas) dijo...

Publicado en:

http://popotito22-pulido.blogspot.com/2009/01/propsito-del-ao-nuevo-por-rodrigo-sols.html

Bendito Manicomio dijo...

Publicado en:

http://benditomanicomio.wordpress.com/2009/01/22/a-proposito-del-ano-nuevo/

Rhema (Campeche) dijo...

Publicado en:

Rhema No. 62 Enero 2009
http://www.wobook.com/WBmP6KY21P7O-4-fullscreen-ad

MILENIO NOVEDADES (Yucatán) dijo...

Publicado en:

MILENIO NOVEDADES 4 ENE 09